Hoy viajamos hasta Mont-Tremblant, una pueblecito ubicado a unos 130 kilómetros de Montreal, Quebec, Canadá. Es un destino muy visitado por los amantes de los deportes de invierno, y no es para menos. El lugar es increíble y su entorno es una verdadera maravilla.
Salimos temprano de Montreal y nuestro destino era Québec, pero como están cerca decidimos hacer alguna que otra parada, y descubrimos algunos lugares muy interesantes como Mont-Tremblant, y de camino disfrutar de unos paisajes hermosos.
En camino
Antes de llegar a nuestro destino hicimos una parada en un pueblecito llamado Sainte Agathe des Monts para desayunar, con el frío que hacía el cuerpo nos pedía un café calentito. Uno de los mejores desayunos de todo el viaje, y no solo por la comida sino por la dueña del café y la gente del pueblo, todos super amables y encantadores. Hacer un alto en el camino en ese pequeño pueblo me alegró el día, por esto me encanta viajar en coche. Un lugar muy coqueto y que si alguna vez pasas cerca no dudes en visitarlo.
Desayunando en Sainte Agathe des Monts
El pueblo posee un gran lago, que cuando nosotros fuimos estaba completamente helado, pero que en verano es el escenario perfecto para navegar y en sus orillas se habilitan playas para que se hagan más llevadero los meses de calor. En invierno la mayoría de turistas que llegan hasta lo hacen atraídos por su cercanía a las pistas de esquí de Mont-Tremblant.
Sainte Agathe des Monts
Lago helado en Sainte Agathe des Monts
Volvemos a estar en ruta, y ahora si nos dirigimos hacia Mont-Tremblant pero antes... haremos una parada justo enfrente de la ciudad y poder ver las vistas tan increíbles que nos ofrece.
Panorámica de Mont-Tremblant
Cuando llegues a Mont-Tremblant tendrás que dejar el coche en el enorme aparcamiento que hay a la entrada (es gratuito).
Entrada a la ciudad
Parece un decorado de quita y pon, con sus casitas y edificios de colores, sus puestos de dulces y sus calles super limpias. Es cierto que fuimos a principios de mayo y ya no había mucha gente, me imagino que en plena temporada tiene que ser mucho más animada. Pero a pesar de eso las pistas seguían abiertas y con bastante gente.
Si tu presupuesto no es muy alto siempre puedes optar por ir al supermercado (como nosotros) y comer en algún banco tranquilamente.
Calles de Mont-Tremblant
Y aunque no vayas a esquiar no dejes de acercarte hasta las pistas y disfrutar un poco de la nieve. Puede que muchos esteis acostumbrados a ella pero nosotros viviendo en Sevilla la única nieve que vemos es la del congelador.
Final del camino
Los paisajes son impactantes... naturaleza en estado puro y su gente son amables y simpáticas. Canadá nos dejó un muy buen recuerdo, es un país increíble y al cual estoy deseando volver.
Un saludo a todos¡¡¡