Revista Cultura y Ocio

Morir no es lo que más duele

Publicado el 05 febrero 2018 por Imosver

La autora Inés Plana Giné asegura haber trabajado durante cinco años en su primera novela “Morir no es lo que más duele”. Es un caso inusual, ya que lograr que una editorial grande publique tu primer libro sin contar con experiencia, nombre en el mundo literario o agente literario, no es un hecho que veamos con frecuencia.

portada libro
Cuenta la autora que su obra nace de una imagen que le marcó para siempre. Hace más de una década, viajaba en un tren por el litoral catalán. Ya amanecía y los rayos del sol iluminaban los árboles del paisaje. Fue entonces cuando vislumbró una persona colgada de un árbol: “vi gente que corría hacía él, pero el tren se puso en marcha y nunca supe qué había pasado. Me quedé muy impactada”.

El hallazgo de un ahorcado. En este hecho se basa la historia de la novela. Se sitúa en un bosque de la Comunidad de Madrid. El desarrollo de la investigación inicia con un papel que encuentran en el pantalón del ahorcado, el cual muestra el nombre de la protagonista, Sara Azcárraga, quién comienza como punto de enlace para los agentes de la Guardia Civil, quienes intentarán resolver lo que parece un asesinato inusual.

Sara no sabe quién es el muerto, tampoco se imagina por qué el ahorcado llevaba un papel con su nombre dentro del bolsillo del pantalón. Ella es una mujer que trabaja desde su casa. Solitaria, siempre sola. Asegura no tener ningún amigo y evita cualquier contacto con cualquier ser humano. Ella decidió tener una válvula de escape en su vida: el vodka. Con él, drena sus traumas, sus miedos, su soledad. Así continúa con su vida.

La protagonista Sara vive a pocos kilómetros del escenario del crimen. Su vida sufrirá un cambio desde la aparición, pero morir para Sara no era lo que más dolía 

Un ahorcado al que le faltan ambos ojos, se torna siniestro, malvado y cruel para la humanidad. Estas condiciones conllevarán al teniente de la Guardia Civil Julián Tresser, a indagar en un viaje hacia el mal para intentar resolver el caso. Le acompañará Coira, un cabo joven que no tiene experiencia dentro de una investigación criminal.

Leer esta novela puede resultar un reto para el lector. Luego del punto de giro en la historia, es necesario empezar a juntar piezas. Existe mucha información suelta que se debe unir para continuar dentro de la narración. Es probable que al final, encuentres tramas abiertas de algunos personajes, pero al final todo encaja. Es necesario recurrir al pasado para que el rompecabezas pueda ser culminado.

La trama se sitúa en el año 2007. Es una historia que se nutre del realismo de una investigación. No existen milagros de un cuerpo de investigación forense, no existen recursos de última tecnología que identifique a un asesino. El trabajo de las autoridades va reuniendo pistas con una labor paciente y sin prisas. 


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