Mostaza club, el partido de fútbol y 5 conciertos mezclados con la esencia del rock

El pasado miércoles el Mostaza Club hizo que Siroco  fuese una cantina futbolera, una sala de conciertos y una reunión de amigos.Una vez más el club de rock más potente de Madrid y uno de los clubs que empezaron todo esto, se ha reinventado, se nos citó a todos para ver el Madrid-Atlético  un enfrentamiento de fútbol que marcaría el inicio de los cinco directos, es por esto que la noche se antojaba larga. Pero la música no pasa factura y aquí un breve resumen de lo vivido.  Empezaremos por el lounge,  el lugar donde Ana Pi  hizo lo que quiso con los fans que la esperaban lo que quiso. Llevó a una banda y directamente nos trasladó a un cabaret, nos hizo sentir en esa fiebre de los años 30 o mejor dicho esa picaresca de los años de la post guerra. Una voz muy cuidada y que es su seña de identidad, marcaría su directo y nos dejaría con las ganas de volver a tenerla en directo. Cerraría una sorpresa, Gonzalo, un proyecto afincado en Toledo que con una acústica y su voz nos dejó una colección de canciones que cerraron con mucha fuerza el escenario Lounge. 

La parte de abajo de Siroco  sería otro universo, abriría Psicología Inversa,  la banda quería dejarnos sus temas nuevos, sus nuevos sonidos y de terminar con parte de la banda entre el respetable. El nuevo sonido de la banda es potente y elegante, se mezcla bien con los temas antiguos y sobre todo demuestra su esencia. Yogures de coco  dieron la seriedad al directo que tanto se esperaba. La banda estaba en su sitio y les escuchamos alguna versión de Mumford and sons,  cosa que gusto mucho y que a mi me demostró la solvencia de su directo, era algo que se me resistía, no poder verles y hacerlo en el mostaza ha sido algo especial, algo único que me ha hecho valorar mucho más (si se puede) a la banda. Cerrarían un grupo llamado Los Vinagres,  la mayor fuente de fuerza vista jamás en un escenario, no hay palabras para describir lo que quieren y saben transmitir, un trío con demasiado rock en el cuerpo, les gusta el ruido, ruido de verdad y ser los dueños del escenario, destacaría al bajista sobre el resto, creo que su forma de actuar es digna de ver... tocaron un directo que les llevó a casi llegar a una hora poco decente para un día entre semana... pero es el mostaza club
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