Entre tanta Honda, Kawasaki, Yamaha, BMW, Suzuki, Ducati, Aprilia, etc. aún quedaba espacio para la música. O al menos eso pensaron los organizadores del primer Motor Circus Festival.
El pasado 6 de Mayo, y con ocasión de la carrera en Jerez de la MotoGPTM, El Puerto de Santa María se vistió de gala con la celebración de un nuevo festival, que viene para quedarse, según lo que pudimos ver de primera mano. Y es que aunar motos, Iggy Pop, Fatboy Slim, Love of Lesbian y otros tantos nombres más en un mismo fin de semana es algo que difícilmente se puede ignorar.
Empecemos, por ejemplo, con la organización. En este aspecto he de destacar la estupenda labor que se ha realizado de manera general. El lugar seleccionado, el Polideportivo Municipal del Puerto de Santa María, es espacioso y con césped, lo que se agradece sobradamente a altas horas de la noche. Además ha sido provisto de multitud de stands, varias barras de bebidas donde apenas se ha formado cola, puestos de comidas, merchandising, aseos suficientes. Todo holgado y de fácil acceso.
Los horarios se han respetado al pie de la letra. Las exhibiciones se han llevado a cabo sin percances y con bastante espectacularidad. Parecerá una tontería pero me ha encantado ver, por primera vez, a personal de la organización recogiendo basura del suelo durante el festival, además de contenedores de reciclaje.
Por ponerle un pequeño pero a la organización, para futuras ediciones controlaría mejor el acceso. Señalizaciones, desvíos, aparcamientos, etc. Con el caos que había en el pueblo debido a la alta concentración de motos, llegar y salir de allí se ha convertido en una pequeña odisea. Y ya no te cuento si, por lo que sea, has de salir durante la tarde para intentar volver posteriormente.
En el apartado musical, lo cierto es que ha sido tremendamente grato ver la calidad del sonido y lo cuidado de la escenografía. Un festival que se ha preocupado de lo realmente importante para nosotros los melómanos, poder disfrutar de nuestros grupos favoritos en directo y sin que por ello merme lo más mínimo la calidad.
He de reconocer que, personalmente, los DJs no eran los que más me interesaban del cartel, pero me han sorprendido gratamente, empezando por el que abría la tarde Colin Peters, que junto a Silvia Superstar nos deleitaron con clasicazos rock. Preámbulo delicioso a la actuación de Los Zigarros, que a eso de las 5 de la tarde, y con más espíritu que ganas, nos regalaron algunos de los temas más emblemáticos de su “corta” carrera.
Hubo representación de sus dos discos. Estuvo A todo que sí con “Baila Conmigo”, “Resaca”, “¿Qué demonios hago yo aquí?”, “Dentro de la ley” y “A todo que sí”, entre otros. De su disco homónimo, Los Zigarros pudimos escuchar “Voy a bailar encima de ti” o “Dispárame”. Una buena selección rockera para que no decayera el ánimo a estas horas intempestivas.
Apenas pudimos ver comenzar a Love of Lesbian cuando tuvimos que ausentarnos por un breve espacio de tiempo, así que, aunque no los escuchamos nosotros mismos sí que pudimos oír muy buenas críticas posteriores a su actuación.
Llegamos mientras la fiesta organizada por los Nasty Mondays llenaba de desenfreno el recinto. Tremenda la sesión de estos catalanes que, a pesar del solano que les estuvo ajusticiando todo el tiempo, supieron sobreponerse y hacernos bailar de lo lindo.
Y llegó el momento grande de la cita. El recién cumplido setentón Iggy Pop sale al escenario descamisado, como es habitual, y derrochando energía y personalidad, como también es habitual. La imagen que proyecta habla por sí misma.
Aunque se suponía que venía presentando su último trabajo hasta la fecha Sister Midnight, la verdad es que lo que nos encontramos fue un buen número de momentos de su historia, como “Mass Production” de su disco The Idiot (1977), “A thousand lights”, “Loose”, “No fun”, “1969” o “Raw power” de su época en The Stooges, “Candy” de su Brick by brick, “Real Wild child” de su Blah Blah Blah o su pieza final “T.V. Eye” de aquel mítico álbum en directo del 77.
Mira tú por donde, esperábamos ver algo nuevo y desconocido, y nos vamos con la garganta en sus últimas horas después de corear y gritar cada uno de los temas. Con esta ya van dos veces en mi vida que lo he visto en directo y, en cada ocasión he descubierto infinidad de detalles y matices que me han ayudado a comprender mejor por qué este hombre es una leyenda entre mortales.
Momento para el refrigerio. Y nada mejor para ello que una espectacular sesión de Dany Torres y Pedro Moreno en la exhibición Red Bull X-Fighters. Para ser la primera vez que los veo en directo, he de reconocer que estuve toda la media hora con la boca abierta.
Llega la última actuación de banda en esta primera edición del Motor Circus. Y este privilegio es para Crystal Fighters. Ya los habíamos visto en otras ocasiones ya que estos ingleses son asiduos a los festivales españoles, lo que tiene el buen tiempo, pero aun así tenía ganas de volver a verlos, porque esa mezcla de banda de boda, con electrónica, ritmos latinos y étnicos para mi es divertidísima.
Por supuesto, en esta ocasión no fue menos. El gran sonido y la iluminación terminaron de completar una sesión que ya de por sí venía cargada de buen rollo. Los 7 componentes del grupo no se dejaron nada para otro momento y tanto el “suricato” (no me digáis que el tipo del cantante no era el de un suricato emplumado) como las coristas lograron en apenas unos minutos poner a bailar y a botar a las miles de personas que ya a estas horas cubrían el césped del polideportivo.
Por supuesto, la actuación tuvo algún momento más monótono pero, en general, yo me lo pasé tremendamente bien bailando al compás de las faldas de las coristas y del guitarra. Divertidos, originales y excéntricos por igual, justo, justo lo que esperas encontrarte en un festival cuando van a dar la una de la madrugada.
Después de soltar adrenalina por doquier reconozco que la sesión que se marcaron The Zombie Kids me cogió a contrapié, y no consiguió meterme en su electrónica revolucionada y metálica. Supongo que será cuestión de gustos y habrá quién haya disfrutado mucho con ellos.
Lo que sí que sí fue Fatboy Slim. Vaya salto que me hizo dar del césped. Después de un largo día apenas ya quedaban fuerzas y ganas pero es que este hombre levanta a un muerto. Broche de oro para esta primera edición que ya tiene confirmación hasta 2020.
¡Un aplauso a todos los organizadores!