
Marie Fredriksson, la cantante y música sueca de la banda Roxette moría ayer a los 61 años, víctima de un cáncer, un tumor cerebral que le diagnosticaron hace casi veinte años y que nunca dejó de irse. Mi más sincero pésame para un icono absoluto, sobre todo de los años 90.He de reconocer que la música de Roxette siempre me pareció comercial y que buscaba el éxito fácil, ella y su compañero de grupo Per Gessle no lo negaban, pero a la vez también reconozco que eran canciones de pop muy alegre, con estribillos pegadizos y cuyos singles pegaban muy fuerte, y en mi caso particular es una formación a la que nunca le puse ni una mala cara, todo lo contrario, disfrutaba si los ponían en cualquier sitio. Otra cuestión es que fuera fanático de ellos y me comprara todos sus discos, hasta ahí no llegaba. ¿Pero quién no recuerda sus pelos que se elevaban hacia el cielo?Ella nació en 1958 al sur de Suecia y sufrió la pérdida de su hermana a los ocho años. Pero a finales de los 70 coincidió con Gessle cuando formaba parte de Strul & Ma Mas Barn, y en 1981 se sumó como corista a Gyllene Tider, banda donde estaba Gessle. En el primer disco de Marie en solitario él colaboró y ese fue el germen de Roxette que tuvo un primer capítulo en 1986 con Pearls of passion y explotó en 1988 con su segundo álbum Look Sharp, que el solito vendió 9 millones de copias. A partir de ahí el éxito enorme, llegaron a vender 75 millones de discos de toda su discografía. 10 discos de estudio en total, el último en 2016, en la gira del cual dieron su último concierto en Sudáfrica.
