Una de las costumbres que tengo cuando voy a un sitio nuevo es pedir algún plato o postre que no haya probado antes, si a esto le añado que vivo en una localidad nueva, pues me gusta conocer mi entorno y los alrededores.
Precisamente dando un paseo por Lomma, que está a cinco minutos de casa, y parar a tomar un café en un local frente al puerto deportivo, me llamó la atención una tarta que por su aspecto denotaba una combinación diferente y al preguntar comentaron que se trataba de una tarta elaborada con productos ecológicos de temporada, típica de Suecia llamada “Rödbetskaka med saffransglasyr”, que traducido es pastel de remolacha cubierta de azafrán, así que me pedí una porción para probarla.
No sólo me encantó, sobre todo por la textura de remolacha y el sabor combinada con el azafrán, sino que me dejó con las ganas de prepararla, así que me puse a buscar la receta, cosa que días después localicé para prepararla para alguna ocasión especial, y esa ocasión no tardó en llegar.
En Suecia hay una costumbre que si te cambias de domicilio a una ciudad nueva, vas a visitar a los amigos y familiares que viven cerca. Dado que teníamos una familia de viejos amigos en Lund, pues que menos que hacerles una visita y aprovechar para llevar algunos detalles que en nuestro viaje por Europa habíamos comprado para ellos, y si además se acompañaba de un dulce preparado por toda la familia, pues mejor sería recibido.
Con la idea de la tarta antes mencionada, pero con la intención de hacer algo nuevo y sorprendente, buscamos en Internet algún molde muy grande con una forma atractiva, como un castillo o una rosa; nuestro paso por Brujas, nos llevó a una de las típicas chocolaterías de obligada visita para comprar alguna delicia belga y en ella vimos tal cantidad de moldes para chocolate que comentamos que sería una buena idea usarlos para hacer magdalenas, así que la idea nació en Bélgica.Buscando, buscando, encontramos el molde de una magdalena gigante en una tienda en Malmö, así que después de comprarlo, juntamos las dos ideas para formar un muffin sueco gigante rödbetskaka med saffransglasyr.
Para que te hagas una idea del tamaño del molde, he puesto de referencia una moneda de 50 ctms de euro y aunque estaba pensado para cuatro adultos y 4 niños, al final (incluso después de repetir varias veces) sobró más o menos la mitad del muffin, por lo que la receta está más bien ideada para unos 10 adultos de buen comer.
Origen del plato: Suecia.
Tiempo de preparación: 120 minutos
Tipo de plato: Desayuno o Postre
Ingredientes para el muffin:
- 16 tazas de harina
- 6 tazas de azúcar granulada
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de bicarbonato
- 4 cucharaditas de vainilla
- 4 cucharadas de canela
- 4 cucharadas de nuez moscada
- 6 tazas de aceite de girasol
- 12 huevos
- 12 tazas de remolacha rallada
- 4 tazas de nueces
- 6 cucharadas de mantequilla
- 4 cucharadas de pan rallado
Ingredientes para la crema de azafrán:
- 800 g de queso en crema
- 12 tazas de azúcar
- 2g azafrán
Elaboración:
Precalienta el horno a 175 ° C.
Mezcla los ingredientes secos en un bol y mézclalos bien.
Añade el aceite y los huevos hasta que quede suave, dándoles vueltas hasta que quede una mezcla uniforme.
Agrega las remolachas y las nueces bien picadas.
Engrasa con mantequilla y espolvorear con pan rallado el molde para el cuerpo del muffin.
Vierte la mezcla hasta la mitad del molde y mételo en el horno durante 30 minutos.
Mientras tanto ve preparando la crema de azafrán mezclando el queso crema, el azúcar en polvo y azafrán con una batidora eléctrica a velocidad media y déjala reposar.
Al cabo de la media hora, saca el molde del horno, engrasa con mantequilla y espolvorear con pan rallado el molde para la cabeza del muffin y vierte la mezcla hasta la mitad del molde y mételo en el horno durante otros 30 minutos.
Cuando esté listo, deja que el muffin se enfríe durante unos 15 minutos. En nuestro caso lo dejamos toda la noche en el molde, porque una magdalena o bizcocho está mucho mejor si lo comes al día siguiente y queríamos que se acercara a la perfección.
Corta el muffin sobrante del molde y coloca los trozos en un plato.
Extiende la crema de azafrán sobre el muffin y decora a tu gusto, en nuestro caso, la decoración fue a cargo de la decoradora de pasteles de la casa, así que era algo obligado dejarla muy colorida, sobre todo también porque la mitad de los comensales eran niños.
Sólo comentar que a parte de la sorpresa, gustó tanto que tripitieron y aún así quedó más o menos la mitad para otros días, por lo que si te decides a preparar esta receta, piensa que podrás disfrutarla muchos días.
Último detalle:
Si en vez de preparar el muffin gigante, prefieres preparar una tarta más discreta, con un cuarto de todos los ingredientes y la mitad de tiempo de elaboración y horneado podrás disfrutar de una tarta que acompaña muy bien con un café con canela.
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