Como os dije en el post anterior, durante un mes he estado inmersa en un nuevo curso de repostería, "Macarons al milímetro", un taller que me ha fascinado y que os recomiendo por encima de todas las cosas. He hecho macarons de un montón de sabores distintos y de rellenos súper deliciosos; en total, durante cuatro semanas he horneando estos delicados dulces prácticamente a diario.
Y si en la última entrada os comentaba que la tarta de lima la elaboré con el fin de aprovechar tres solitarias yemas de huevo, hoy os traigo otra receta que hice para dar salida a otro trío de yemas que rodaban por la nevera. Unos muffins súper buenos, cubiertos por un crumble que los hace aún más irresistibles.
El bizcocho es mega jugoso, está elaborado con buttermilk (o mejor dicho, un pseudobuttermilk, es decir, una mezcla de leche y zumo de limón) y muchas, muchas moras. Además, está aromatizado con dos sabores que juntos combinan súper bien: el limón y el tomillo. ¡Están súper buenos!
La receta la he adaptado ligeramente, solo con el fin de dar salida a esas tres yemas de huevo, con lo que prácticamente la he copiado tal cual la encontré. La única diferencia es que yo he pesado todos los ingredientes para que os sea más sencillo medir las cantidades (a mí, desde luego, me resulta más cómodo tener las medidas en gramos que en tazas).
Espero que os gusten. A mí, por lo menos, me encanta este tipo de muffins, bien grandotes, jugosos, rellenos de fruta y con migas de crumble en la superficie.
Muffins de moras, limón y tomillo:
Receta de Bon Appètit (marzo de 2012)
INGREDIENTES (para 10 muffins grandotes)
- Para el crumble:
- 155g de harina de repostería
- 50g de azúcar blanquilla
- 1 cucharadita de tomillo
- 1/2 cucharadita de levadura química en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
- 95g de mantequilla, fría, cortada en dados
- 1 yema de huevo
- Para la masa de muffins:
- 150g de harina de trigo todo uso + 2 cucharadas
- 150g de harina de repostería
- 1 cucharadita de levadura química en polvo
- 3/4 de cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de sal
- 125g de mantequilla, a temperatura ambiente
- 230g de azúcar blanquilla
- 1 huevo
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 250mL de buttermilk (leche + zumo de limón, que habremos dejado reposar durante al menos 10 minutos)
- 2 cucharadas de ralladura de limón
- 180g de moras (si son grandes, las cortamos por la mitad)
- 1 cucharadita de tomillo
PREPARACIÓN
- Para el crumble:
- En un bol mediano, mezclamos la harina con el azúcar, el tomillo, la sal y la levadura química. Añadimos la mantequilla, y mezclamos con las yemas de los dedos hasta formar unas migas gruesas.
- Añadimos la yema, y mezclamos hasta que se integre entre las migas.
- Enfriamos en la nevera durante, al menos, 1 hora.
- Para la masa de los muffins:
- Precalentamos el horno a 170°C.
- Tamizamos los 150g de harina todo uso con la harina de repostería, la levadura, el bicarbonato y la sal. Reservamos.
- Por otro lado, batimos la mantequilla hasta que esté cremosa, durante 2 minutos. Agregamos el azúcar y seguimos batiendo durante tres minutos más o hasta que haya blanqueado.
- Batimos el huevo con las yemas y la vainilla, y poco a poco, lo vamos vertiendo sobre la preparación anterior. Batimos durante otros 3-4 minutos más.
- Mezclamos el buttermilk con la ralladura de limón, y lo añadimos.
- Incorporamos los ingredientes secos tamizados, e integramos suavemente con una espátula.
- En un pequeño cuenco, mezclamos las moras con el tomillo y las dos cucharadas de harina restantes. Agregamos a la masa, y mezclamos con delicadeza.
- Repartimos la preparación entre las cápsulas de muffins y cubrimos la superficie de cada uno con una generosa cantidad de crumble.
- Horneamos durante 40-45 minutos a 170°C. Dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
¡Un besazo!