Revista Mundo animal

Mujeres australopitecas que se mudaban más

Por Paleofreak
"Los primeros hombres se quedaban en casa y ellas, de viaje"
Es el titular algo casposoide del periódico ABC. Donde dice "hombres" debería decir "homininos". Normalmente los científicos (salvo el raro de turno) no llaman "humanos" a especies como Australopithecus africanus y Paranthropus robustus, que son las que han sido estudiadas en un nuevo trabajo publicado en Nature*.
El ABC, en su artículo, se refiere a las hembras y machos de estas especies como "mujeres" y "varones". También son llamados "early humans" en nature.com (véase el pantallazo). No es que me moleste, pero recordemos que está de moda negarle el calificativo de "humano" a los neandertales, que son muchísimo más cercanos a nosotros (y de hecho parece que tenemos algunos genes suyos). Confieso que observo casi fascinado cómo evoluciona este lío incoherente de términos y significados en las noticias y la divulgación científica.
Mujeres australopitecas que se mudaban más
¿Y en qué consiste ese nuevo trabajo? Es ingenioso y muy interesante. Sandi R. Copeland y sus colaboradores han analizado los isótopos de estroncio en el esmalte de varios dientes de homininos de hace alrededor de 2 millones de años, hallados en cuevas de Sudáfrica. Los dientes acumulan estroncio del medio mientras se están formando, pero no después. Comparando la composición de isótopos de los dientes con la que existe en el sustrato geológico donde se fosilizaron, es posible determinar si esos individuos nacieron y crecieron en esa misma región o si, por el contrario, son "extranjeros" que murieron lejos de su lugar de nacimiento.
Lamentablemente, el artículo del ABC confunde lugar de nacimiento y lugar de muerte, y afirma que "más de la mitad de los dientes femeninos se habían formado lejos del lugar en el que esas mujeres nacieron y pasaron su infancia". Lo cual es bastante improbable, porque los dientes se forman precisamente durante la infancia, y no después.
¿Por qué se afirma que las hembras (o mujeres, o señoras, o damas australopitecinas) cambiaban de residencia mientras los peludos varones o caballeros se quedaban en casita? Copeland y su equipo han descubierto que los dientes más grandes (que atribuyen a machos) tienen en su gran mayoría una composición de isótopos local, o sea, que coincide con la del yacimiento. Estos individuos crecieron y murieron en la misma zona. Sin embargo, los dientes más pequeños (supuestamente femeninos) tienen con mayor frecuencia una composición distinta: su lugar de nacimiento estaba más lejos.
La tendencia de los machos a permanecer en grupo familiar, siendo las hembras las que cambian de comunidad y de territorio, es típico en los chimpancés y de muchas sociedades de nuestra especie. También hay indicios de ese comportamiento en el hombre de Neandertal, o al menos en el hombre de Neandertal asturiano.
Pero, ojo, este nuevo trabajo, aunque es muy destacable, no proporciona pruebas demasiado contundentes aún. Las piezas dentales pertenecen a un máximo de solo 19 individuos. La coautora Julia Lee-Thorp ha dicho humildemente que se ha aportado una "muy pequeña pista" (Nature News). Y de ninguna manera puede decirse (agencia sinc) que este estudio "demuestra" que el bipedalismo apareció por razones distintas a la mejora de la locomoción. Semejante conclusión queda muy lejos de las posibilidades del estudio, y demostrar es una palabra bastante fuerte, ¿no?
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*Copeland, S. R. et al. Nature 474, 76-78 (2011) Artículo

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