(Leído entre agosto y octubre de 2019)
(Fuente: Elaboración propia).
Mujeres que compran flores es la quinta novela que publica Vanessa Montfort (Barcelona, 1975), después de tres novelas premiadas y publicadas en los años 2006, 2010 y 2014. La publicó Plaza y Janés en el mes de octubre de 2016, se ha reeditado ya 22 veces y se ha traducido a 13 idiomas. Se trata de una edición de tapas blandas con solapas. Tiene 448 páginas y 34 páginas. Cuesta 17,90 euros mientras que el e-book cuesta 7,99 euros, la edición en bolsillo 9,95 euros y el audiolibro 15,99 euros. Este último es narrado por Sofía García y dura 13 horas y 6 minutos, según la información que podemos encontrar en la ficha de la novela en la página web del grupo editorial Penguin Random House.
Si soy sincera, debo reconocer que descubrí esta novela gracias a su presentación el pasado 8 de noviembre de 2017 en la Librería “Botica de lectores” de la calle Asunción en Sevilla, a la que fui con muy pocas expectativas. Disfruté mucho escuchando a la autora (Vanessa Monfort) y su editor (Alberto Marcos) hablando sobre Mujeres que compran flores y reflexionando sobre la sociedad española actual enfocando su análisis a la mujer de entre 35 y 45 años, sus crisis de identidad y la importancia de los “grupos de amigas”. También comentaron cómo todos estos cambios sociales y esa lucha por la igualdad de oportunidades también afectan a los hombres y a las mujeres más jóvenes. Tras esa presentación, compré la novela con la intención de leerla en las últimas semanas de 2017 y he tardado casi sin dos años en encontrar el momento para leerla. (Fuente: Elaboración propia).Mujeres que compran flores está narrada desde el punto de vista de Marina, aunque hubiese sido interesante que hubiese habido algún capítulo con la visión de alguna de las otras cuatro amigas (Casandra, Gala, Aurora y Victoria) o el de Olivia. En algunos momentos estas mujeres están algo desdibujadas, a pesar de que me ha llamado la atención que la autora se haya apoyado en distintas flores y sus significados para perfilar ciertos rasgos de las amigas y la evolución personal de todas ellas. Lo más interesante de Mujeres que compran flores es que se centra en cinco mujeres que atraviesan una crisis de identidad. Marina, Casandra, Gala, Aurora y Victoria rondan los 40 años y creen que ya habían alcanzado la estabilidad soñada hasta que de pronto todo se desmorona. La novela, al igual que en su momento la presentación, me ha hecho reflexionar. Sin embargo, en algunos momentos me ha costado identificarme con ellas quizá por estar aún en la treintena y por no pertenecer a la generación de la autora y sus personajes. También me hubiese gustado haber conocido mucho más sobre el pasado de las amigas, del que apenas se cuenta nada.Entre las referencias culturales que nos podemos encontrar en Mujeres que compran flores podemos citar: Cervantes, el Skype, Indiana Jones y la última cruzada, Sean Connery, Harrison Ford, James Bond, El viejo y el mar, La Odisea, Baricco, Moby Dick, La isla del tesoro, Conrad, Rubens, Byron, Coco Chanel, Quevedo, Calderón, Lope de Vega, Góngora, Marilyn Monroe, Judy Garland, El Corte Inglés, David Bowie, Virginia Woolf, Macbeth, Elle, Coca-Cola, Matrix, Apollinaire, La Regenta, El amante de Marguerite Duras, Los puentes de Madison, Facebook, Audrey Hepburn, Las meninas, Velázquez, Las hilanderas, Mary Poppins, Saturno devorando a sus hijos de Dick Van Dyke, El quinto elemento o El perro del hortelanoMujeres que compran flores se desarrolla en el Barrio de las Letras de Madrid entre los meses de mayo y agosto de 2015. Algunos capítulos se ambientan durante una travesía en velero entre Cartagena y Tánger. También se mencionan Florencia, Tokio, Nueva York, San Sebastián, Berlín, Bruselas y Frankfurt, entre otros lugares.
Valoración “Mujeres que compran flores” (Vanessa Montfort):8,75/10