Revista Opinión

Mundobasket 2014: La generación perdida.

Publicado el 13 septiembre 2014 por Jrobertogonzalez

En la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la selección española de baloncesto plantó cara a la de Estados Unidos, a un grupo conformado por los auténticos mejores jugadores de la NBA, lo cual no siempre ha ocurrido desde que los NBA son seleccionables. Los americanos llevaron a los Juegos a lo mejor de lo mejor. Pese a perder, el sabor de la derrota fue dulce, además de por el gran espectáculo de baloncesto coprotagonizado, porque se puso sobre la cancha todo lo que había y además nos acercábamos al hito de tutear al mejor equipo del mundo.

Era legítimo pensar que en el mundial de baloncesto que se celebraría en España dos años después, volvería a repetirse aquella final y así poder comprobar si las distancias permanecían iguales o si se seguían acortando a favor de España, que representaría el añejo y desfasado concepto de “baloncesto FIBA” en contraposición a la NBA.

Llegados a septiembre de 2014, vistos los resultados en los amistosos preparatorios de la selección nacional así como de la fase de grupos ya en pleno mundial, y que esta vez el combinado americano no era todo lo bueno que el de Londres, realmente parecía la final estaba servida. Y es que además, los bombos de la suerte habían dibujado el camino a seguir sin que ambas selecciones se cruzaran hasta la final. Todo estaba preparado.

Pasado el partido de octavos contra Senegal en plan de mero trámite, llega el de cuartos ante Francia. No hay miedo. Ya no se nos pasa por la cabeza acordarnos de aquel mal fario de los cuartos, de donde no se pasaba, lo cual siendo justos fue agrandado por los funestos cuartos futbolísticos. Tampoco suponía un toque de atención que en el europeo del año pasado Francia nos privara de llegar a la final, básicamente porque entonces no fue Pau Gasol y ahora, además, los franceses ni siquiera se han traído a sus mejores jugadores, encabezando las ausencias el señor Parker. Les habíamos ganado con solvencia la semana anterior en Granada y por si fuera poco se repetía continuamente que Francia nunca había ganado a España con Pau en el equipo. Con nuestro Asterix en el grupo, los pobres galos nada tenían que hacer. Pero el partido se jugó y se perdió, anotando 52 puntos, la puntuación más baja en los últimos cuarenta y pico años. No faltaba nadie esta vez en la selección. La mejor generación de jugadores españoles de baloncesto que a finales de los 90 le ganó a Estados Unidos el mundial junior se quedó en cuartos esta vez, perdiendo la oportunidad de volver a enfrentarse a USA, en casa y ante una selección americana de peor calidad que la de Londres. Viendo el dominio de nuestra selección ya nos imaginábamos que el domingo próximo tendríamos la oportunidad de repetir la final olímpica e incluso de poder casi ganarla, o de ganarla.

Ha sido un auténtico fracaso y la pérdida de la última oportunidad, porque era hoy o nunca, ya que Río de Janeiro queda lejos para que esta generación siga conservándose en la cúspide. Si es que llegamos a tener algo igual, pasará mucho tiempo para tener un grupo de similares características por lo que la sensación de añorar lo que nunca jamás sucedió se presenta ante los aficionados.

Con el cadáver de cuerpo presente y todavía caliente, simultáneamente desde distintos medios se responsabilizaba de la derrota a la figura del entrenador. El señor Orenga ya demostró en el europeo pasado que no tenía conocimiento para el puesto que desempeñaba, a pesar de los cual el susodicho ha manifestado, cuando se le preguntó si iba a dimitir, que el pasado año fue bueno y por eso estaba aquí. Eslovenia, Grecia, Italia y Francia nos ganaron en el europeo de Eslovenia 2013. Cuatro derrotas que no le parecen mala cosa. Italia ni se clasificó para este mundial.

No se sabe si por confianza en la superioridad del equipo o por falta de recursos, desde el banquillo en ningún momento se vio táctica o estrategia para paralizar a los franceses, quizás no había nada preparado, lo que llevó a Navarro a declarar a pie de pista que no se había preparado bien el partido. Normalmente la preparación de los partidos es competencia de los entrenadores, máxime en este deporte donde la labor de scouting es fundamental y justifica recursos humanos al efecto.

Verdad es que no toda la culpa será del entrenador porque la inferioridad en el rebote se debe al poco ímpetu de ir a por el balón, bien por despiste o por falta de fuerzas. ¿Acaso era necesario mantener en la primera fase a los Gasol tanto tiempo cuando los partidos estaban sobrada y claramente ganados? Quizás una mayor distribución de minutos nos hubiera mantenido enchufados hasta los cuartos.

Si Orenga es responsable, también lo es quien lo puso y aún no lo ha quitado. El presidente de la federación declaraba hoy que sería de cobardes cesar al seleccionador. Parece que el presidente prefiere vivo al cobarde, aunque la selección haya caído.


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