Lunes 1 de Junio de 2015
Las dos galaxias satélites más conocidos de la Vía Láctea, las Nubes de Magallanes, se encuentran en el cielo del sur a una distancia de unos 170 000 años luz. Estas galaxias contienen muchos complejos nebulosas gigantes con estrellas muy calientes y luminosas cuya intensa radiación ultravioleta hace brillar el gas interestelar que las rodea. El brillante colorido es producido por gas ionizado, que brilla como los electrones y núcleos atómicos cargados positivamente al ser combinados, emitiendo una cascada de fotones con longitudes de onda bien definida. Estas nebulosas son llamadas "regiones H II", lo que significa hidrógeno ionizado, es decir, los átomos de hidrógeno que han perdido un electrón (protones).
Sus espectros se caracterizan por líneas de emisión cuyas intensidades relativas llevan la información útil sobre la composición de la emisión de gas, su temperatura, así como los mecanismos que causan la ionización. Dado que las longitudes de onda de estas líneas espectrales corresponden a diferentes colores, estos son muy informativos sobre las condiciones físicas del gas. N44 en la Gran Nube de Magallanes es un ejemplo espectacular de una región gigante H II. Habiendo observado que en 1999, un equipo de astrónomos europeos usando el Ancho Campo Imager (WFI) en el telescopio MPG / ESO de 2,2 metros del telescopio del Observatorio de La Silla, señalando esta cámara digital de 67 millones de píxeles a la misma región del cielo con el fin de proporcionar otra ciuentífica y sorprendente imagen de este complejo de nebulosas.
Con un tamaño de unos 1.000 años luz, la forma peculiar de N44 define claramente un anillo que incluye una asociación estelar brillante de cerca de 40 estrellas muy luminosas y azulados. Estas estrellas son el origen de los poderosos "vientos estelares" que soplan lejos del gas circundante, empujando hacia arriba crean gigantescas burbujas interestelares. Tales estrellas masivas terminan sus vidas como supernovas en explosión que expulsan sus capas exteriores a altas velocidades, por lo general alrededor de 10.000 km / seg.Es muy probable que algunas supernovas hayan explotado en N44 durante los últimos millones de años, con lo que es expulsado lejos el gas circundante. Las burbujas más pequeñas, filamentos, nudos brillantes y otras estructuras en el gas dan testimonio de las estructuras extremadamente complejas en esta región que se mantienen en continuo movimiento por las rápidas estrellas más masivas de la zona.
Fotografía original
Crédito: ESO