Al tenerlos durante un año, los animales son alimentados con caballas, sardinas y arenques hasta recuperar el nivel idóneo de grasa, ya que pierden un gran porcentaje de la misma durante el viaje que realizan por el Mediterráneo donde son capturados, durante el período que buscan su reproducción. Además así son sacrificados sin stress, siguiendo las pautas de los consumidores nipones que buscan el atún rojo de máxima calidad. Además, al mantenerlos durante tanto tiempo, se aseguran la posibilidad de suministrar atun al mercado japonés durante todo el año, sin depender de la estacionalidad de las capturas. Como necesitaban enseñar los atunes rojos a los compradores, cocineros, distribuidores y otros colegas de Japón para materializar las compras, comenzaron a llevarles a la mar a que vieran las condiciones en que están los animales. Después la práctica de llevar a clientes a ver los atunes se extgendió y desde 2012 se creo una empresa paralela llama Tuna Tour para mostrar los atunes y ofrecer la posibilidad de sumergirse con ellos en el mar como una actividad turística o en todo caso una experiencia muy singular. El día que estuve visitando las jaulas, el barco estaba lleno de turistas y otros clientes en su mayoría rusos. Durante el viaje se proyectan videos que explican cómo se capturan los atunes dentro del cupo concedido en una zona al sur de Ibiza, con la técnica de cerco, En otras zonas de España se capturan con otras artes como la Almadraba (Cádiz) anzuelo (Cantábrico) o Palangre (en Almería y otras zonas). Una vez capturados, en lugar de matarlos y venderlos como hacen otros pescadores, en esta empresa los llevan a las "granjas" de L'Ametlla para que vuelvan a engordar y alcancen un nivel de infiltración de grasa idóneo para el consumo. Para su sacrificio, se les aturde bajo el agua y se les mata sin que tengan stress, lo que se materializa en el color de la carne que es rojo intenso con algunos toques tornasolados en la zona más cercana a la piel. Cuando el animal ha sufrido stress pierde parte de esas características y según nos dijeron se producen fraudes tiñendo a los atunes con sangre de tiburón o con Betadine para venderlos como si fueran atunes rojos. Esta práctica se da con más frecuencia con los atunes capturados en el pacífico y en el atlántico tropical. Pensad que de las 400 mil toneladas de túnidos que se capturan, solamente 2 mil son atún rojo. Al conservarlo durante un año y hacer que se recupere físicamente, se evita la sobrepesca y se disminuye el riesgo de extinción. Los pescadores son los máximos interesados en la conservación de la especie de la que viven. El pequeño pueblo de la Ametlla del mar ha resurgido económicamente gracias a esta empresa Balfegó. Aunque en 2008 el 97% del atún se exportaba a Japón, hoy se exporta aproximadamente un 50% a dicho país, un 5% queda en España y el 45% restante se distribuye a otros 22 países como los USA, y otros de Asía y Sudamérica, habiéndose diversificado los destinos.
Revista Cocina
Hace unos días tuve ocasión de vivir una experiencia extraordinaria. Con motivo de una invitación para comprobar el maridaje entre atún rojo y distintos tipos de cerveza, me dirigí a la localidad de L'Ametlla del Mar en Tarragona a visitar una de las dos "granjas" de atunes existentes en España y pude sumergirme en el mar y nadar con atunes rojos de gran tamaño.
Al llegar a L'Ametlla nos dirigimos al puerto desde donde partía un catamarán que nos llevaría mar adentro a la zona donde están instaladas las grandes áreas de más de 50 m de diámetro y 35 de profundidad donde viven más de 700 atunes. La empresa Balfegó lleva funcionando muchos años dedicada a la captura y comercialización de los atunes que son mantenidos en las granjas durante un año antes de ser sacrificados y enviados mayoritariamente a Japón. Os cuento todo el proceso.
Al tenerlos durante un año, los animales son alimentados con caballas, sardinas y arenques hasta recuperar el nivel idóneo de grasa, ya que pierden un gran porcentaje de la misma durante el viaje que realizan por el Mediterráneo donde son capturados, durante el período que buscan su reproducción. Además así son sacrificados sin stress, siguiendo las pautas de los consumidores nipones que buscan el atún rojo de máxima calidad. Además, al mantenerlos durante tanto tiempo, se aseguran la posibilidad de suministrar atun al mercado japonés durante todo el año, sin depender de la estacionalidad de las capturas. Como necesitaban enseñar los atunes rojos a los compradores, cocineros, distribuidores y otros colegas de Japón para materializar las compras, comenzaron a llevarles a la mar a que vieran las condiciones en que están los animales. Después la práctica de llevar a clientes a ver los atunes se extgendió y desde 2012 se creo una empresa paralela llama Tuna Tour para mostrar los atunes y ofrecer la posibilidad de sumergirse con ellos en el mar como una actividad turística o en todo caso una experiencia muy singular. El día que estuve visitando las jaulas, el barco estaba lleno de turistas y otros clientes en su mayoría rusos. Durante el viaje se proyectan videos que explican cómo se capturan los atunes dentro del cupo concedido en una zona al sur de Ibiza, con la técnica de cerco, En otras zonas de España se capturan con otras artes como la Almadraba (Cádiz) anzuelo (Cantábrico) o Palangre (en Almería y otras zonas). Una vez capturados, en lugar de matarlos y venderlos como hacen otros pescadores, en esta empresa los llevan a las "granjas" de L'Ametlla para que vuelvan a engordar y alcancen un nivel de infiltración de grasa idóneo para el consumo. Para su sacrificio, se les aturde bajo el agua y se les mata sin que tengan stress, lo que se materializa en el color de la carne que es rojo intenso con algunos toques tornasolados en la zona más cercana a la piel. Cuando el animal ha sufrido stress pierde parte de esas características y según nos dijeron se producen fraudes tiñendo a los atunes con sangre de tiburón o con Betadine para venderlos como si fueran atunes rojos. Esta práctica se da con más frecuencia con los atunes capturados en el pacífico y en el atlántico tropical. Pensad que de las 400 mil toneladas de túnidos que se capturan, solamente 2 mil son atún rojo. Al conservarlo durante un año y hacer que se recupere físicamente, se evita la sobrepesca y se disminuye el riesgo de extinción. Los pescadores son los máximos interesados en la conservación de la especie de la que viven. El pequeño pueblo de la Ametlla del mar ha resurgido económicamente gracias a esta empresa Balfegó. Aunque en 2008 el 97% del atún se exportaba a Japón, hoy se exporta aproximadamente un 50% a dicho país, un 5% queda en España y el 45% restante se distribuye a otros 22 países como los USA, y otros de Asía y Sudamérica, habiéndose diversificado los destinos.
Al tenerlos durante un año, los animales son alimentados con caballas, sardinas y arenques hasta recuperar el nivel idóneo de grasa, ya que pierden un gran porcentaje de la misma durante el viaje que realizan por el Mediterráneo donde son capturados, durante el período que buscan su reproducción. Además así son sacrificados sin stress, siguiendo las pautas de los consumidores nipones que buscan el atún rojo de máxima calidad. Además, al mantenerlos durante tanto tiempo, se aseguran la posibilidad de suministrar atun al mercado japonés durante todo el año, sin depender de la estacionalidad de las capturas. Como necesitaban enseñar los atunes rojos a los compradores, cocineros, distribuidores y otros colegas de Japón para materializar las compras, comenzaron a llevarles a la mar a que vieran las condiciones en que están los animales. Después la práctica de llevar a clientes a ver los atunes se extgendió y desde 2012 se creo una empresa paralela llama Tuna Tour para mostrar los atunes y ofrecer la posibilidad de sumergirse con ellos en el mar como una actividad turística o en todo caso una experiencia muy singular. El día que estuve visitando las jaulas, el barco estaba lleno de turistas y otros clientes en su mayoría rusos. Durante el viaje se proyectan videos que explican cómo se capturan los atunes dentro del cupo concedido en una zona al sur de Ibiza, con la técnica de cerco, En otras zonas de España se capturan con otras artes como la Almadraba (Cádiz) anzuelo (Cantábrico) o Palangre (en Almería y otras zonas). Una vez capturados, en lugar de matarlos y venderlos como hacen otros pescadores, en esta empresa los llevan a las "granjas" de L'Ametlla para que vuelvan a engordar y alcancen un nivel de infiltración de grasa idóneo para el consumo. Para su sacrificio, se les aturde bajo el agua y se les mata sin que tengan stress, lo que se materializa en el color de la carne que es rojo intenso con algunos toques tornasolados en la zona más cercana a la piel. Cuando el animal ha sufrido stress pierde parte de esas características y según nos dijeron se producen fraudes tiñendo a los atunes con sangre de tiburón o con Betadine para venderlos como si fueran atunes rojos. Esta práctica se da con más frecuencia con los atunes capturados en el pacífico y en el atlántico tropical. Pensad que de las 400 mil toneladas de túnidos que se capturan, solamente 2 mil son atún rojo. Al conservarlo durante un año y hacer que se recupere físicamente, se evita la sobrepesca y se disminuye el riesgo de extinción. Los pescadores son los máximos interesados en la conservación de la especie de la que viven. El pequeño pueblo de la Ametlla del mar ha resurgido económicamente gracias a esta empresa Balfegó. Aunque en 2008 el 97% del atún se exportaba a Japón, hoy se exporta aproximadamente un 50% a dicho país, un 5% queda en España y el 45% restante se distribuye a otros 22 países como los USA, y otros de Asía y Sudamérica, habiéndose diversificado los destinos.
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