Revista Cultura y Ocio

Nanas de la Cebolla .- Miguel Hernández

Publicado el 10 noviembre 2017 por Biblioteca Virtual Hispanica @BVHispanica
"La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.


En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.


Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete,niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.


Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto,
que mi alma al oirte
bata el espacio.


Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.


Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Provenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne,aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta,aletea,
desde tu cuerpo!


Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.


Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!


Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana.
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él,triste de cebolla;
tú,satisfecho
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre."


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