Aunque los espacios cerrados, claustrofóbicos con atmósferas lúgubres son particulares al cine de terror, cuando esos espacios se conectan con el lado más oscuro de la psique humana, desvelándonos los miedos, creencias y convicciones, este género toma otros rumbos, que puede ir por lo psicológico, el engaño o algún tipo de conciencia social, como lo terminan haciendo estas películas de terror que pudimos ver en Netflix, y que están catalogadas entre lo mejor de este servicio y del mismo género.
Si bien las dos películas no comparten mayores conexiones, a excepción de la juventud de los directores e independencia, y que, manejando los elementos típicos del género logran establecer otras miradas y subterfugios narrativos como lo social, el miedo al extraño y la (a)moralidad donde los guiones inteligentes, presupuesto reducidos y lo tácito es protagonista.
Es verdad que el cine de terror desde hace un par de años se ha venido alimentando de otros géneros, o compartido sus reglas para hablar de su tiempo, problemáticas con un empaque de tomas oscuras, sombras y sobresaltos, pero en el caso de estas dos obras, hay un plus o por lo menos un muy inteligente uso del terror para mostrarnos la peor cara de la humanidad, ya sea desde una visión posapocalíptica del miedo mismo o de la inmigración.
Los directores
Para Trey Edwards Shults (Viene de noche) es su tercera película, la segunda cronológicamente hablado, con varias nominaciones y premios en su haber, cineasta que además de escribir, editar y producir gran parte de su material, en sus primeras obras utilizó a su familia no sólo como inspiración si no protagonistas de sus trabajos; por otro lado, para Remi Weekes (His House) es su debut, y casi una carta de presentación con Netflix.
Eso si, las películas ponen a prueba las figuras de autoridad paternales, así como la idea del sacrificio es puesto a debate, no sólo desde la moralidad de los personajes sino de quienes miramos, situación que se agradece desde las dos partes. Aunque no podemos decir que son películas redondas o que se convertirán en grandes clásicos del género, si hay que reconocer el talento de estos directores, principalmente de Shults, que con su última película se ha ganado los aplausos de la crítica. Dos películas bien interesantes, y probablemente de lo mejor en Netflix, alejándose de títulos repetitivo, formulas o peor aún de algoritmos de popularidad.