El 28 de julio de 1942, Stalin, como Comisario de Defensa del Pueblo, firmó esta orden ante el imparable avance alemán y las graves perdidas soviéticas. Leída en todas la unidades de combate, establecía que era la hora de detener la retirada ante las tropas alemanas. Desde es momento "la férrea ley para cada oficial, soldado y oficial político debe ser "Ni un paso atrás" sin ordenes superiores". Un año antes, Yákov el hijo mayor de Stalin se había rendido ante las tropas alemanas.
La Orden 227 establecía en primer lugar que, ningún mando podía ordenar la retirada sin la autorización "del Comandante del Frente" y los que la incumplían "enviarlos a la Stavka para ser sometidos a consejo de guerra".
Otra disposición establecía que se debía "crear en cada Frente de 1 a 3 (dependiendo de la situación) batallones penales (800 soldados) a los que deben enviarse los comandantes y oficiales políticos de todas las armas que hayan roto la disciplina por cobardía o inestabilidad. Estos batallones deben situarse en las secciones más expuestas de un Frente, dándoles así una oportunidad de redimir sus crímenes contra la Madre Patria con su sangre". Hasta el fin de la guerra más de 400.000 soldados estuvieron en batallones penales.
¡Ni un paso atrás!
Cuando Stalin decía que: "En el Ejército soviético hace falta más valor para retirarse que para avanzar" se refería principalmente a la mas terrible y controvertida, que ordenaba "formar de 3 a 5 unidades (200 integrantes) de guardias bien armados (barrera), y desplegarlos en la retaguardia de las divisiones poco fiables para ejecutar en el sitio a quienes propaguen el pánico y a los cobardes en caso de pánico o de retirada caótica, dándoles una oportunidad así a los soldados fieles para hacer su deber ante la Madre Patria".El 29 de octubre de 1942, el establecimiento de las unidades de bloqueo fue anulado, aunque algunos comandantes nunca llegaron a ponerla en practica, principalmente porque lo consideraban una perdida de recursos en el frente. El 20 de noviembre de 1944 las unidades de bloqueo fueron oficialmente disueltas.
Aunque durante los dos primeros meses se calcula que unos 1000 soldados fueron ejecutados por las unidades de bloqueo, se desconoce el número de soldados muertos debido a esta tremenda y cruel orden, ya que esta permaneció prácticamente oculta hasta 1988.
Para saber más:
La guerra de los Ivanes, de Catherine Merridale
Victory at Stalingrad, de Geoffrey Roberts
Rkk
Grupo de Estudios de Historia Militar
David López Cabia
El Reto Histórico