Cuatro o cinco veces al año tengo que abandonar todas mis aficiones durante una semana (a veces son 10 días o más) para dedicarme a la tarea más tediosa, pero no menos importante de mi profesión: la evaluación.
Soy profesora de Secundaria y Bachillerato y en cada período de evaluación hay que elegir y redactar pruebas y exámenes, corregirlos después para asignar a cada alumno su calificación, y así medir su grado de asimilación de las materias.
Tengo 7 grupos a los que doy clase, así que, me retiro del mundo, me encierro y no dejo de echarle horas a la tarea. Esto incluye los fines de semana y, por eso, hace tiempo que no publico nada en los blogs.
Esta receta la preparé hace unas dos o tres semanas, pero no había tenido tiempo de enseñárosla. Ahora os la presento en todo su esplendor: mirad qué preciosidad de plato y encima está riquísimo. A los más pequeños de la casa les encantarán estos nidos...
Para 4 personas:
- 1 paquete de pasta kataifi (de venta en grandes superficies o tiendas gourmet)
- 18 huevos de codorniz
- 1 tarrina de paté de foie de oca
- aceite de oliva virgen extra
- escamas de sal
- cebollino
Se precalienta el horno con calor arriba y abajo a 180º C.
Mientras tanto se van preparando los nidos. Yo utilizo una bandeja de horno para magdalenas o cupcakes. Así mantienen la forma los nidos y no se desparrama su contenido, pero si no tenéis esta bandeja los podéis colocar directamente encima de la bandeja del horno en la que habréis puesto un papel de horno.
Se pone una pizca de aceite de oliva en cada hueco de la bandeja de cupcakes. Se separa con los dedos tiras de pasta kataifi y se van enrollando haciendo la forma de un nido en el interior de cada hueco de la bandeja.
Se hornea unos instantes hasta que se dore un poco la masa.
Se pone un taquito de paté en cada nido y, por encima, se añaden uno o dos huevos de codorniz.
Se introducen unos minutos en el horno caliente, hasta que se cuaje el huevo. Yo me distraje con una llamada de teléfono y se me hicieron demasiado, pues me gusta la yema líquida, por eso debéis estar atentos al horno.
Se espolvorean con sal en escamas y cebollino picado y se comen de inmediato, calentitos.