Sobre la biografía de Irène Némirovsky nada o casi nada hay que añadir a lo ya publicado. Sabemos de su nacimiento en Kiev en 1903, de sus orígenes judíos, de su educación con una institutriz francesa, del desinterés de su madre hacia ella, de su huida y la de su adinerada familia a París, escapando del monstruo del nazismo, de su matrimonio y el nacimiento de sus dos hijas, de su deportación a Auschwitz en julio de 1942 y su fallecimiento allí, de tifus, ese mismo agosto.
Una corta e intensa vida en la que escribió algunas obras que quedaron, con el tiempo, relegadas al olvido. Por fortuna, la publicación de la inacabada Suite francesa en 2004 ha traído de nuevo la figura de Irène Némirovsky bajo los focos. La mejor manera de hacerle justicia.
En Nieve en otoño Némirovsky nos presenta a la anciana y devota Tatiana Ivanovna, aya de los Karin, a los que ha servido generación tras generación durante 51 años. Pero las cosas están cambiando. Nos encontramos en plena Revolución de Octubre. La guerra empieza a resquebrajar los cimientos de la sociedad tal como Tatiana la entendía.
Irène Némirovsky
Un miembro de la familia es asesinado y el resto tiene que escapar, dejando la mansión de Sujarevo, cerca de Moscú, y huir a Odesa. La única que permanece en la casa es Tatiana. Finalmente, para ayudar a la familia se reunirá con ellos en París.
"- Nianechka... - murmuró al cabo de unos instantes -. ¿Por qué no te fuiste con mis padres?
- Alguien tenía que quedarse para cuidar la casa."
Pero en París las cosas ya no son lo mismo. Tatiana echa de menos la casa, la luz, los grandes ventanales, el aire fresco (el piso de París con los techos bajos la agobia), y añora la nieve. Mientras el resto de la familia se va adaptando a la nueva vida, Tatiana vive de recuerdos. Pero un día de Nochebuena, cuando los Karin ya se han ido a cenar con unos amigos y ella se queda sola, terriblemente sola, se da cuenta de todo, de sus ya ahora cincuenta y cinco años, casi toda su vida, sirviendo a esa familia. Sirviendo. Y de que ese mundo, su mundo, jamás volverá.
Si queréis leer la reseña de El baile, también de esta autora, pasaros por AQUÍ.
Marcapáginas 51