Revista Cultura y Ocio
Hasta ahora, Dan Gilroy era un guionista de prescindibles películas de acción. Prácticamente desconocido, quizá su mejor trabajo era la autoría del guion de “El legado de Bourne”, cuarta entrega de la saga que, ya sin la presencia de Matt Damon, puede calificarse como la peor de esa excepcional serie de largometrajes sobre uno de los espías más célebres del celuloide. Sin embargo, con “Nightcrawler” (donde sigue desempeñando su faceta de escritor) hay que reconocerle un digno debut como realizador. La cinta ha sido nominada al Oscar al mejor guion original, al Globo de Oro al mejor actor dramático y a cuatro BAFTA británicos (actor protagonista, actriz secundaria, guion original y montaje), además de cosechar diversas menciones y reconocimientos en otros festivales y certámenes cinematográficos. Es una muestra del género de acción dramática que pretende heredar el estilo y la estética de la muy interesante “Drive”, si bien, en mi opinión, no alcanza el nivel de calidad de aquel magnético film con el que Nicolas Winding Refn sorprendió a crítica y público hace tres años. Esta constante filmación nocturna de la marginalidad encierra la historia de un delincuente de poca monta que se gana la vida a base de pequeños robos y termina por derivar en una más intensa narración sobre un estilo de periodismo callejero. Este peculiar maleante que busca abrirse camino en la vida descubre el mundo de los periodistas independientes que, cámara en mano, salen por las noches con el propósito de grabar los delitos que se cometen en barrios marginales para, posteriormente, vender a los noticiarios matinales esas imágenes que acompañarán a los titulares más llamativos. Valiéndose de las emisoras policiales, llegan al lugar de los hechos delictivos al mismo tiempo que los agentes del orden. Y este será también el modo que utilice el protagonista, carente de moral y escrúpulos, para introducirse en una espiral de delincuencia de la que terminará siendo sujeto activo, con tal de poder filmar las mejores secuencias y beneficiarse económicamente de los informativos de la pequeña pantalla. A la primera parte del metraje le cuesta coger el ritmo y resulta algo más insulsa pero, a medida que avanza la proyección, la trama va ganando en fuerza y agilidad, logrando altas dosis de entretenimiento. Una de las frases míticas de “El hombre que mató a Liberty Valance” reza así: “En el Oeste, cuando la leyenda supera a la verdad, publicamos la leyenda”. Siguiendo un cierto paralelismo, “Nightcrawler” traslada ese modelo de degradación periodística en el que, sobre la auténtica esencia de las noticias, priman el espectáculo escabroso, el morbo y las estadísticas de audiencia. Tal vez su punto más débil resida en la combinación de realismo dramático y acción, que tarda demasiados minutos en materializarse con éxito. Aun así, la historia está dotada de originalidad y traslada acertadamente una dura reflexión sobre la evolución del negocio televisivo. Dos actores destacan sobre el resto del reparto. Su principal intérprete, Jake Gyllenhaal, actúa con enorme solvencia y vuelve a demostrar su brillantez en el género del thriller. Tras intervenir en la obra maestra “Zodiac” y en las muy recomendables “Prisioneros” y “Enemy” -ambas a los órdenes del canadiense Denis Villeneuve-, exhibe nuevamente su talento con este papel de sádico retorcido sobre el que se sustenta la mayor parte del argumento. Le acompaña eficazmente, aunque de forma secundaria, la actriz Rene Russo, que triunfó profesionalmente en la década de los noventa a través de títulos como “Cómo conquistar Hollywood” o “Tin Cup”. Realiza una correcta interpretación de la decadente responsable de una cadena de informativos en horas bajas.
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Trailer en versión original
Datos del filmPelícula: Nightcrawler.
Dirección y guion: Dan Gilroy.
País: USA. Año: 2014. Duración: 113 min. Género: Thriller.
Interpretación: Jake Gyllenhaal (Louis Bloom), Rene Russo (Nina Romina), Bill Paxton (Joe), Riz Ahmed (Rick).
Producción: Jennifer Fox, Tony Gilroy, Jake Gyllenhaal, David Lancaster y Michel Litvak.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Robert Elswit.