Parecido a lo que le sucediera contra el Fluminense en la misma instancia durante la copa pasada, Boca se vio favorecido por un arbitraje incalificable. A los brasileros no les cobraron dos penales clarísimos, les anularon un gol por un orsai inexistente, y el árbitro le perdonó la vida a Ervitti que debió irse expulsado por un patadón malintencionado.
Parece que el día agotó la ración de fútbol durante el partido anterior jugado por Velez y Ñuls, y Boca y Corinthians dieron un espectáculo terrorífico. No puede decirse, como en la final de la copa 2012, que los equipos no hubieran intentado jugar, pero que no les salió es innegable.
A Corinthians, obligado a convertir algún gol, se le notó la falta de costumbre a la hora de saber qué demonios hacer con ese objeto esférico tan raro tan raro, y además del pésimo arbitraje visitantista, desperdició dos posibilidades clarísimas de convertir, y sufrió una noche en la que mejor no hablar de los arqueros. Y Boca, ayy Boca, tuvo sus posibilidades de anotar solamente porque Riquelme no es normal, pero en el contexto del arbitraje y todo, aguantó a los ponchazos un resultado, corrió y metió, y ante la imprecisión de los jugadores y la presión insoportable del Corinthians, nunca pudo hacer más de dos pases seguidos.
Las figuras:
Somoza: Hizo todo bien, simple y claro en el juego, bastante bien en la marca, y con mucha calma.Marín: Salvando distancias técnicas, recuerda a Placente en sus comienzos, pareció haber jugado su partido número quinientos con la camiseta de Boca. Repito lo que se ha dicho aquí cuando todos criticaban a Bianchi por decir que "el puesto de lateral derecho estaba en oferta", tal vez se refería a de tin Marín de dopingüé.
Caruzo: Impecable. Es cierto que el Corinthians no fue un equipo con un ataque demasiado peligroso, pero respondió siempre. El mariscal Vignolo ya le va a dar su viñolada, pero bué.
Ervitti: Un escalón por debajo de los anteriores pero vale la pena destacar su generosidad en la entrega. A veces da miedo verlo chocar porque es muy chiquitito, pero se las aguanta y no tiene miedo. Pide selección.
Bianchi: Evidentemente estamos en frente de un entrenador que puede a uno gustarle más o menos (a mí no me gustó nunca), pero que tiene las cosas muy claras en todo sentido.
El |10| es el |10|
Riquelme volvió a demostrar que no es normal. En un partido de las características descritas, andá a saber cómo, puso a cuentagotas el poquitito de fútbol que se vio. Con la falta de ritmo de juego, con sus 43 años a cuestas, con esa renquera crónica, dejando la marca de los mofletes en el césped, y en el contexto de un partido imposible de jugar, parecido a lo que sucediera contra Banfield en el último partido del apertura 2011, provocó todo lo bueno de Boca en ataque.
Además, el |10| bostero tiene de esas suertes (antes se la adjudicaban a Palermo) de los que patean pa' arriba y la clavan en un ángulo, cuando otros pueden patear pa' arriba toda la vida y la pelota siempre se va pa' arriba. Riquelme vio volar una paloma en cielo brasilero y dijo "paloma e' mierda" y le acertó al ángulo de un arquero que Cassiobstruye con espectacular pero ineficaz volada.
En fin, hay que ser muy corajudo para mirar este partido de nuevo y recortar las jugadas del |10|, se lo dejo a los valientes riquelmistas, yo rajo.
Para terminar, hablar de lo injustos que han sido los cruces de octavos de final, porque viendo a estos dos en Brasil, es una pena que Velez, sin ser gran cosa, tuviese que quedarse afuera con un equipo tan ingénuo como Ñuls que si bien ya merece jugar la final contra Ronaldinho (aunque está definido que el ganador de la lepra y Boca tendrá que eliminarse con el ganador de los xolos y el Mineiro), es un equipo sin conducción y le debe el gran momento a la calidad de sus futbolistas. Si Bianchi dirigiera a Ñuls, todos jugarían por el segundo puesto.
Un fuerte abrazo para tod@s.