Hoy seguimos con las historias de niños que cambian en el mundo, y en esta ocasión os presentaremos a dos niñas que han logrado que muchas personas coman mejor gracias a su preocupación por la alimentación.
Katie Stagliano
La historia de Katie Stagliano empezó en el colegio cuando tenía 9 años y participó en el programa 3rd Grade Cabbage Program de Bonnie Plants, cuyo objetivo es fomentar el amor por los huertos de verduras en la población más joven, promoviendo a su vez una alimentación más saludable.
Como parte del programa, Katie se llevó a casa unas semillas de col que plantó y cuidó en una esquinita de su jardín con ayuda de su abuelo.
La col creció y creció hasta alcanzar los 18 kg y la madre de Katie decidió que lo mejor que podrían hacer con tan increíble col era donarla a Tri County Family Ministries, una organización que entre otras cosas reparte comida a quien más lo necesita.
Cuando Katie vio la larga cola de gente que esperaba para recibir, la que probablemente sería su única comida del día, se dio cuenta de que podía hacer mucho más para ayudar y en ese momento empezó su sueño: que no hubiese una sola persona en el mundo pasando hambre.
Con este sueño en mente se puso manos a la obra y con ayuda de otras ONGs y de su propio colegio consiguió crear un gran huerto donde plantar muchas verduras para luego ser donadas a quienes más lo necesitan. Además, con su web Katie’s Krops inspira a miles de personas a unirse a su sueño y crear más y más huertos.
Martha Payne
La historia de Martha Payne empieza cuando su padre, a partir de un proyecto escolar sobre escritura, quiso que su hija escribiese un poquito cada día sobre un tema que le interesara, y para ello le creó un blog. La niña decidió escribir sobre la comida que cada día comía en el colegio.
Así que cada día Martha hacía una fotografía de su bandeja de comida y la comentaba en su blog Never Seconds, el cual empezó a hacerse conocido poco a poco, sobretodo cuando el Chef Jamie Oliver hizo un comentario sobre él en Twitter, abriéndose la polémica de la escasa calidad de la comida de los colegios británicos.
“Soy una niña en edad de crecimiento y necesito concentrarme toda la tarde y no puedo hacerlo con una sola croqueta”
Un año antes de todo el asunto del blog, Martha y sus amigos, con ayuda del colegio, crearon un club llamado “niños solidarios” e hicieron una recolecta de dinero para Mary’s Meals, una organización que se dedica a crear comedores escolares dónde los niños más necesitados puedan recibir educación y un plato de comida diario. Martha se acordó de esto y pensó que podía utilizar la reciente fama de su blog para recaudar dinero para crear una cocina escolar en Malawi.
Pero las fotografías de la escasa y poco sana comida que le servían a Martha en el colegio llegó a la prensa escrita y las autoridades locales prohibieron a Martha seguir tomando fotos de la comida del colegio, hecho que no hizo más que aumentar el número de visitas al blog y el número de periódicos que hablaban sobre el tema, de tal manera que tuvieron que quitar la prohibición a Martha.
“Lo bueno de este blog es que mi padre ahora entiende porqué estoy hambrienta cuando llego a casa”
A día de hoy Martha Payne sigue con su blog, en el que ha conseguido reunir fotografías de bandejas de comedor de todos los rincones del mundo, fomentando un riquísimo intercambio cultural y un debate enriquecedor sobre la alimentación escolar. (Por cierto, cabe destacar los buenos comentarios que reciben en el Blog de Martha las bandejas de comida españolas, esperemos que la excusa de la crisis no empeore la calidad de los comedores escolares españoles).
Además, consiguió que la comida escolar de su zona mejorase sustancialmente y, lo más importante, logró su objetivo (de hecho lo superó con creces) de conseguir el dinero necesario para construir una cocina escolar en Malawi.
Una de las cosas que más me gustó al conocer las historias de estas dos niñas, es que ambas empezaron en el colegio con programas ajenos a las asignaturas troncales, porque demuestra lo importantes que son para la educación de los niños las actividades extra-escolares, las semanas culturales, las asignaturas optativas…
Evidentemente matemáticas, lengua, ciencias e historia son asignaturas importantísimas para la educación académica de los niños, pero si queremos que crezcan como personas no debemos olvidar la importancia del resto de asignaturas y actividades escolares que (aunque algunos políticos como el actual Ministro de Educación Wert) califiquen de asignaturas sin importancia o de “segunda”, queda claro con el ejemplo de Katie Stagliano y Martha Payne, que son tan importantes para el desarrollo vital de los niños como las asignaturas troncales.
Conoce también las increíbles historias de Malala Yousazfai y Coy Mathis, y compártelas para que todos sepan que sí: los niños tienen el poder de cambiar el mundo.