Desde Nepal, Surendra Bajracharya director de Global Humanitaria/HTC
Nepal es uno de los países pobres y menos desarrollados del mundo; casi un tercio de su población vive por debajo del umbral de la pobreza. La agricultura es el pilar de la economía, representa el medio de vida para las tres cuartas partes de la población y un tercio del PIB. Su población es de aproximadamente 30 millones.
En este país millones de personas son explotadas y sometidas a un régimen de esclavitud, en la prostitución, la servidumbre involuntaria, trabajando en fábricas o como niños soldados. Esta “industria” criminal es la tercera más grande después de la venta de armas y el tráfico de drogas. Se estima que 27 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la esclavitud. De ellos, el 50 % son niños.
Nepal es un lugar de origen del negocio de trata de personas con fines de explotación sexual comercial y trabajo forzado. Los niños son traficados dentro del país y hacia la India y el Medio Oriente para la explotación comercial sexual o el matrimonio forzado, para la servidumbre involuntaria en el servicio doméstico, para trabajar como artistas de circo o en fábricas.
Se estima que entre 10.000 y 15.000 mujeres y niñas nepalíes son traficadas a la India cada año, mientras que 7.500 niños son objeto de trata en el país con fines de explotación sexual comercial. En muchos casos, los familiares o conocidos facilitaron la trata. Las mujeres asimismo han sido víctimas del tráfico hacia Arabia Saudita, Malasia, Hong Kong, los Emiratos Árabes Unidos y otros estados del Golfo para la explotación sexual y la servidumbre doméstica.
La trata de personas ocurre por la alta tasa de desempleo, la frontera libre con la India, el analfabetismo y el escaso control, entre otras razones. Las principales víctimas de la trata son los niños, especialmente las niñas de familias pobres, sin educación y rural, pero también mujeres y hombres.
Las protecciones constitucionales de la trata de personas están atravesando en Nepal una fase de transición, luego de que la monarquía fuese abolida en 2006. La Constitución definitiva está todavía en el proceso de redacción. Esta Constitución provisional, en su artículo 29, prohíbe la trata de seres humanos, la esclavitud y la servidumbre por deudas. La esclavitud, como una violación grave de los derechos humanos, está específicamente incluida en esta disposición.
A todo esto hay que añadir los daños físicos, como enfermedades de transmisión sexual, y psicológicos de las víctimas, quienes a menudo se encuentran con el rechazo de su comunidad si es que logran retornar. Una abrumadora mayoría de las chicas rehabilitadas no vive una vida normal y en muchos casos intentan suicidarse.
En conclusión, el gobierno y otras organizaciones debemos implicarnos para combatir este delito. La situación en Nepal está mejorando en algunos aspectos, existen programas de sensibilización, mayor coordinación entre la policía de la India y Nepal así como un incremento de la presión internacional. Ahora el país debe centrarse en el fortalecimiento de la aplicación de las leyes, garantizando los procesamientos y otras medidas para los distintos tipos de tráfico.
Foto: Juan Díaz/Global Humanitaria