No estaba muy segura de hablar de esto. Pero necesito des...

No estaba muy segura de hablar de esto. Pero necesito desahogarme. Han pasado dos días de los ataques en Paris. Mas de 100 muertos y varios heridos. Terror en sus calles, etc.

No soy parisina. No estuve allí. “Viví” todo desde mi casa, a traves de twitter. 

Obviamente todos en general comentabamos lo mismo, que sentiamos mucha pena y mucha lastima por todo aquello que estaban viviendo en Paris, sobretodo en esos momentos en que aun había personas dentro del Teatro secuestradas y a punto de morir.

Pero hubo un momento dado en que senti mucha verguenza. Verguenza de este mundo tan patetico y de gente patetica. Mi madre me enseño que si no tenía nada bueno que decir o si no sabia como decir las cosas que mejor cayase, hay muchas personas a las que no le han dicho eso.

En Venezuela se esta viviendo una situación muy muy complicada. Por lo tanto los venezolanos estamos algo sensibles. Por supuesto en mi twitter estan presentes en su gran mayoria venezolanos, y de repente comence a leer comentarios así: “Para que se estan preocupando por esos muertos en Francia si en Venezuela matan a miles a diario” o como este otro: “En el mundo mueren y mueren a diario muchas personas, pero como es Paris todos lo comentan”. Y sentí verguenza.

¿Como los venezolanos le pedimos a los organismos internacionales que se avoquen a ayudarnos si nosotros no podemos sensibilizarnos con las penas ajenas? ¿La situación nos ha vuelto tan egoistas que solo nos parece tragico lo que nos pasa?

Es como si yo estuviese velando a un ser querido, llorando a mi familiar y en la funeraria alguien me dijese “¿Para que lloras por esa persona? A diario matan a miles” Si, matan a miles y esta mal pero eso no quiere decir que el sufrimiento a de los demas no valga.

La empatia nos ha abandonado, no se como sea en otros paises, pero acá las personas son cada vez más egoistas, mas preocupadas por sus problemas, cada vez mas malas. Asi mismo. Y no tengo temor en decirlo, porque lo veo a diario. Lo veo en casos tan sencillos como ir en un autobus y ver a una mujer con un bebe recien nacido en brazos y que nadie sea capaz de darle el puesto. Lo veo a diario cuando a una persona la roban en plena calle y la respuesta de las personas es “Bien hecho, por andar sacando el celular en la calle”. Lo veo a diario en este país donde hablan de “cambio” pero todo el mundo espera que por arte de magia venga un ser divino y les cambie la mentalidad.

En fin, solo puedo decir que a veces me siento deprimida y decepcionada por tratar de sobrevivir en un mundo hostil, donde pasan cosas como la de Paris y la gente lo monopoliza.