Un periodo de pausa aparente reciente en el calentamiento global, ampliamente aceptado por muchos científicos, es en realidad el resultado de métodos estadísticos defectuosos. Así lo sugieren estudiosos de la materia en Stanford. El estudio realizado y titulado “Desenmascarando el hiato climático” y publicado en línea esta semana en la revista Climatic Change, es una evaluación exhaustiva de la supuesta desaceleración, o hiato, del calentamiento global. “Hemos interpretado las diversas declaraciones científicas y afirmaciones que se han hecho sobre el hiato y probado para ver si se resisten el escrutinio estadístico riguroso”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio Bala Rajaratnam, profesor asistente de Estadística y Ciencia del Sistema Tierra.
El hallazgo pone en duda la idea de que el calentamiento global se haya “estancado” durante el período comprendido entre 1998 y 2013. El hiato fue un foco importante de evaluación del cambio climático en 2013 por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Usando un marco estadístico nuevo que fue desarrollado específicamente para el estudio de procesos geofísicos como las fluctuaciones de la temperatura global, Rajaratnam y su equipo de colaboradores de Stanford han demostrado que el hiato nunca sucedió. “Nuestros resultados muestran claramente que, en términos de las estadísticas de los datos a largo plazo de la temperatura global, nunca hubo un hiato, una pausa o una desaceleración en el calentamiento global”, dijo Noah Diffenbaugh, un científico del clima en la Escuela de la Tierra, Energía y Medioambiente, y co-autor del estudio.
BOYAS OCEÁNICAS DEFECTUOSAS
Las conclusiones del grupo de Stanford son las últimas de una serie recientes de trabajos para poner en duda la existencia de un hiato. Otro estudio, dirigido por Thomas Karl, director de los Centros Nacionales de Información Ambiental de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos(NOAA) y publicado recientemente en la revista Science, encontró que muchas de las boyas oceánicas utilizadas para medir la temperatura superficial del mar durante el último par de décadas dio lecturas más frías que las mediciones recogidas por los buques. El grupo de NOAA sugirió que mediante la corrección de las mediciones de la boya, la señal de pausa desaparece. Mientras que el grupo de Stanford concluyó también que no ha habido un paréntesis, una distinción importante de su trabajo es que lo hicieron utilizando tanto las mediciones de temperatura más antiguas sin corregir como las nuevas mediciones corregidas del grupo de NOAA. “Mediante el uso de ambos conjuntos de datos, nadie puede afirmar que hemos hecho una nueva técnica estadística con el fin de obtener un determinado resultado”, dijo Rajaratnam. “Vimos que había un debate en la comunidad científica sobre el hiato en el calentamiento global, y nos dimos cuenta de que los supuestos de las herramientas estadísticas clásicas que se están utilizando no eran apropiadas y por lo tanto no podían dar respuestas fiables.” Más importante aún, la técnica del grupo de Stanford no se basa en suposiciones fuertes para trabajar. “Si uno hace suposiciones fuertes y no son correctas, la validez de la conclusión se cuestiona”, dijo Rajaratnam. Igualmente éstos científicos estudiaron de forma distinta las argumentaciones a favor del hiato. El equipo examinó metódicamente no sólo los datos de temperatura, sino también las herramientas que los científicos estadísticos utilizaban para analizar los datos. Una mirada a esto último reveló que muchas de las técnicas estadísticas que los científicos del clima empleaban, fueron desarrolladas para otros campos como la biología o la medicina, y no son idóneas para el estudio de los procesos geofísicos. “Los supuestos subyacentes de estos análisis a menudo no estaban justificados”, dijo finalmente Rajaratnam.
Sea como sea, la grandísima mayoría de los climatólogos está de acuerdo con que el cambio climático está ocurriendo, y que la emisión de gases de invernadero genera un aumento de las temperaturas a medio plazo, alrededor de 0,11 ºC por década desde los años 50 (según el último estudio). El hecho de que no haya habido hiato no cambia ningún principio fundamental, pero sí convierte el calentamiento global en un problema un poco más grave e imminente.
Fuente: Science Daily, Facultad de Ciencias de la Tierra, Energía y Medio Ambiente de Stanford.