Revista Opinión

No me gusta la violencia

Publicado el 27 marzo 2013 por Manuhermon @manuhermon
No me gusta la violencia No me gusta que un grupo de individuos, grandes como armarios, amedrenten y rompan la cerradura o puerta de una vivienda y empujen y echen a la calle a sus moradores, sean adultos, niños o ancianos.
No me gusta que ese grupo de individuos metan miedo con sus gritos, y ademanes, protegidos con grandes botas y trajes especiales, y además porten armas, mientras un grupo de otros cuantos individuos más del mismo tipo les esperan en la calle empujando a todos aquellos otros ciudadanos que miran el drama con pena o lloran con quienes son echados de sus viviendas, sean jóvenes o ancianos. No me gusta la violencia que ejercen los poderosos, los banqueros, los desalmados, sin conciencia, marrulleros, estafadores, corruptos… que echan a la gente de sus hogares ¡Para luego dejar las casas vacías! abandonadas, sin atender siquiera el pago de comunidad vecinal, ni impuestos, solo para sumarlas a los varios millones de casas vacías que hay en España. No me gustan aquellos que estando sobrados de todo, ejercen la violencia sobre el Estado y la ciudadanía aplastando derechos, subiendo precios mientras los trabajadores bajan sus rentas, evadiendo capitales, ocultando impuesto al fisco, chantajeando a Gobiernos para que los ayuden asumiendo sus pérdidas, robando patrimonio acumulado por el conjunto de españoles –lo público-, o para saltarse las leyes –las europeas lo son también para los españoles, de acuerdo con los tratados firmados- y que el Gobierno de cualquier administración española debería respetar y hacer cumplir por aquellos tíos grandes como armarios que empujan a los débiles. No me gusta la violencia de los banqueros y sus amigos que engañaron y estafaron a centenares de miles de personas, a unos con hipotecas claramente mal concedidas, saltándose todos los criterios habitualmente utilizados hasta entonces en España sobre análisis de riesgos y ahora no asuman ni paguen su error. No me gusta que banqueros en activo o retirados con grandes sueldos, extras multimillonarias… engañaran a cientos de miles de personas con productos financieros que les robaron el dinero ¡¡¡Y el Gobierno y la poli persiguen y empujan… a las víctimas!!! No me gusta la violencia de aquellos que habiendo hundido España, o sea, a los españoles, ahora nos obliguen a darles todo lo que tenemos para que ellos puedan salvar sus millones en las cuentas de paraísos fiscales. Y nos obligan, con su violencia, apoyada en los medios coactivos del Estado cuyo Gobierno debería defender a los españoles contra esta panda de corruptos, estafadores, violentos… a los que debería echar de sus hogares, quitarles casas y cuentas con las que pagaran sus deudas y no cargarlas al Estado y obligarnos a nosotros a que las paguemos con nuestros impuestos. No me gusta la violencia Me parece terrible y de una tremenda desfachatez que responsables públicos, como la Delegada del Gobierno del PP en Madrid Sra. Cifuentes, identifiquen a ETA y su mundo, sus tácticas, -estrategias y objetivos estaban relacionados con  su lucha por la independencia y no con los intereses inmediatos de los ciudadanos- que servidores públicos quieran confundirlos con ciudadanos desvalidos, los que han sido echados de su hogar, sin comida, sin trabajo, sin futuro obligado por la deuda a seguir con la hipoteca de por vida… confundirlos con los que se rebelan contra las injusticias, de pagar un 25% de intereses,  por ejemplo. Máxime cuando las empresas en quiebra entregan lo que tienen, la prenda, y quedan libres de por vida. Me parece una injusticia monumental –que puede incitar a la violencia- que debería llevarles a la calle, con patada en el culo, dimitidos, echados, por ser tan irresponsables políticamente, tan brutos y obtusos, que para intentar desprestigiar a decenas de miles de ciudadanos que se quejan humildemente de su ruina después de 5 largos años de crisis sin que se haya producido un estallido social, todavía, que están en la miseria y luchan por malvivir, y por su dignidad. Error inmenso que los identifiquen con los etarras, están metiendo la pata hasta el fondo, porque embellece a ETA justificándola ante la sociedad. Los ciudadanos que luchan contra la injusticia declarada de los desahucios, no asesinan, no secuestran, no están armados y organizados clandestinamente, no tienen relaciones con organizaciones terroristas internacionales, ni extorsionan a empresas para sacar pasta que sirva a sus actividades…
No, no me lo han contado. Lo he visto, como otra mucha gente. PD. Después, bastante después, mucho después, en otra situación podríamos discutir si los tertulianos televisivos tienen alguna razón para sentir pena por aquellos de sus amigos a quienes las víctimas piden ayuda desesperadamente.
El 15 DE MAYO DE 2012, escribí:  Homenaje al 15-M. Desahucios, buen trabajo


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