Andrés Felipe Solano.
Así lo anuncian "algunos" de los seleccionados por la Revista Granta como los mejores nuevos escritores latinoamericanos. Lo afirman, entre otros, Andrés Neuman, Santiago Roncagliolo y la cuota colombiana, Andrés Felipe Solano. Lo registra la Agencia EFE:
Aunque muchos ya se refieran a ellos como la Generación Granta o la Generación Ñ, los veintidós autores elegidos por la revista literaria 'Granta' prefieren alejarse de las clasificaciones uniformadoras.
"No somos un grupo de autores reunidos en torno a un manifiesto común, ni defendemos las mismas cosas. Nos han reunido, lo que garantiza cierta independencia y diversidad", explicó el argentino Andrés Neuman, en la sede londinense del Instituto Cervantes.
Neuman se encuentra esta semana en Londres junto con algunos de sus compañeros de la lista de Granta -como el español Andrés Barba o el colombiano Andrés Felipe Solano- para participar en unas jornadas literarias con motivo de la publicación, traducida al inglés, de una antología de relatos de estos veintidós autores.
El peruano Santiago Roncagliolo, el argentino Matías Néspolo y los españoles Sonia Hernández y Javier Montes también han participado en esas jornadas, en las que hay quien se ha referido a ellos como la Generación 'post-boom'.
Este título hace referencia a la generación posterior a los escritores del 'boom latinoamericano', encabezado en los pasados años sesenta y setenta por el colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa, el argentino Julio Cortázar o el mexicano Carlos Fuentes.
Lo que diferencia a estos jóvenes autores es la vocación más intimista de sus obras, centradas en la cotidianeidad de los acontecimientos que relatan, frente al trasfondo político y social que revestía las novelas de sus predecesores.
Neuman comentó que su deseo es que lo que defina a esta generación Granta sea precisamente la ausencia de etiquetas: el desconcierto.
"Me gusta que no sepamos qué nombre ponernos o qué defendemos, lo que nos obliga a reflexionar sobre ello", puntualizó.
Neuman también reflexiona sobre si la decisión de la Revista 'Granta' de dedicar un número por primera vez a los autores hispanos es un hecho aislado o forma parte de algo más. "¿Puede haber una receptividad mayor hacia la lengua española como vehículo de cultura en los últimos tiempos?", se pregunta.
El autor, aunque con cautela, tiene la esperanza de que la respuesta a esa pregunta sea positiva y considera que la concesión, "justo ahora", del Nobel a Vargas Llosa forma parte de ese movimiento de "puesta al día" de los recursos culturales del español para ajustarlos a su potencial.
El español Andrés Barba, por su parte, no confía en que las ventas de estos autores en los países anglófonos vayan a aumentar, ya que, a su juicio, "el desinterés del mundo anglosajón por el mundo hispánico es histórico".
"A pesar del prestigio de 'Granta', está dirigida a un público muy específico, fundamentalmente literario, por lo que no creo que el impacto vaya a ser muy grande", aclaró Barba.
Sin embargo, sí que cree que, en los próximos dos meses, los nombres de los seleccionados por 'Granta' todavía resonarán e impulsarán ligeramente las ventas de sus obras, "hasta que el impacto mediático se diluya definitivamente".
Respecto a la cuestión de ser o no una generación, Barba aseguró que no puede haber un grupo de escritores tan dispares y que agruparlos en una generación responde más a la "necesidad del periodismo de poner etiquetas a todo".
Al contrario de Neuman o Barba, quienes tienen una carrera literaria de más de diez años avalada por numerosos premios, el colombiano Andrés Felipe Solano ha recalado en la prestigiosa lista de 'Granta' con tan solo una novela publicada, "Sálvame, Joe Louis", y con una segunda en la incubadora.
"Es un impulso maravilloso, porque llevaba meses pensando en qué estaba haciendo y en si iba a alguna parte. Ahora parece que sí, y me da tranquilidad", reconoció Solano.
Además, comentó que el hecho de aparecer en la Revista 'Granta' le está dando argumentos a su agente literario para negociar con las editoriales el lanzamiento de su próxima novela.
No obstante, al igual que sus compañeros, confiesa que le parece "un tanto maligno" el que se les clasifique tan pronto como generación, y tampoco confía en que el interés del público anglosajón por esta nueva hornada de escritores jóvenes hispanos vaya a tener el calado que algunos optimistas auguran.