Es cierto, no te olvido, jamás … es imposible.
Sigues en MI CAMINO DE VIDA, más que nunca omnipresente, recordándome que te debo la vida, que soy quién soy porqué así me lo enseñaste. ¿Porqué te fuiste?
Te recuerdo a diario, te hecho de menos ¿Porqué me dejaste sólo?
Tengo tanto que contarte que no sé por donde empezar, ordenar las cosas es complicado pero si te digo que Delia pregunta por ti, que te sonríe y te saluda cuando ve tu fotografía gobernando mi comedor ¿Que te parece?
Sigo preso de mis miedos, de mis inseguridades, pero vital con ganas de andar mi camino tal y como me enseñaste. ¿Y ahora qué?
No pude despedirme como hubiera querido, siento que no te dije las suficientes veces cuánto te quiero, siento que no te acompañé cuando lo necesitaste, que no te escuché cunado me hablaste, que no te ayudé cuando lo requeriste ¡Perdón!
Suspiro, sueño con volverte a abrazar, con sentirte con oírte o verte aunque solo sea por un instante, sería un regalo maravilloso, daría mi vida por ese momento viajaría dejándolo todo para encontrarme contigo ¿Dónde estás?
Tu legado es infinito, tu obra inunda cada rincón de mi corazón rebosa de tu arte, de tu saber estar del amor que me regalaste, de la lección de vida que me enseñaste, que orgulloso estoy de poder haber nacido de tu entrañas…¡Gracias!
Cuéntame cómo te va, que haces, explícame con quién andas, que pintas, que escribes… ¡Cuéntame!
Guíame señálame el camino, dime donde buscar para encontrarte ¿Porque no esperaste un poquito mas?
Dejo esta carta abierta, a merced del destino, incompleta porque nada sacia la sed que tengo de ti, así que hasta que nos volvamos a ver, solo así podré decirte lo que me falta por escribir y que ni con mil millones de páginas sería suficiente para escribir lo que siento por ti.
¡GRACIAS MAMA!