Revista Cultura y Ocio
Durante el caluroso verano de 1978, un niño descubre, cerca del pueblo en el que vive un terrible secreto que le revelará la oscuridad que esconden muchos adultos.
Hace ya tiempo que leí la novela No tengo miedo, de Niccolò Ammaniti, en la que se basa esta película. La novela resultaba bastante agobiante, casi como el ambiente que describe su autor. La película, sin llegar al nivel de la novela (eso sucede pocas veces, como bien se sabe), mantiene el nivel y la intriga. Destaca principalmente la interpretación de los niños protagonistas y la recreación, que ayuda a crear el mismo ambiente asfixiante de la novela. Todo en esta historia resulta asfixiante, desde el calor hasta los secretos.