Campos de la mancha escritos desde la fortaleza que domina el bello monte.
Foto ©️AJR, 2018.
Su fuerza me sorprende y se me impone.
Soy sólo un maniquí. Hasta Al Capone
aquí se rilaría. Hay un lejano viento que mueve sin cesar la página
y que al trasluz, como quien mira un álbum
de transparencias, ilumina el álbum
de ecos doblados de mi vida. Página a página, de voz en voz, urgido
por el obscuro signo de lo incierto
y lo sólo aludido y lo escondido, cruzo de nuevo el muro, busco el cierto
refugio que me da siempre el sonido
y vuelvo a caminar por el desierto.