Revista Opinión

Normal

Publicado el 14 septiembre 2010 por Ficalmo
Como el pez en el agua, el ser humano está inmerso en su cultura. Para determinar la normalidad de un comportamiento, siempre hay que tomar en cuenta el medio social, o la cultura, en que aquél ocurre.
El término cultura abarca la sociedad y sus tradiciones, la religión, el tipo de gobierno y las costumbres: ritos, vestido, cantos, danzas y juegos. Cada cultura es celosa de sus rasgos y para preservar sus tradiciones inculca creencias y fomenta la obediencia desde la primera infancia. Antes de la invención de la escritura, los sacerdotes, los poetas y los narradores transmitían las tradiciones de una generación a otra.
Lo que en una cultura es normal y aceptado por la mayoría, puede no serlo en otra. Por ejemplo, casi ninguna cultura reprueba matar los insectos nocivos, pero en la India la secta jainista se niega a matar cualquier tipo de animal, aunque se trate de los molestos mosquitos. La reverencia a un ser supremo, el precepto de no matar y el tabú del incesto parecen ser comunes a toda cultura. Por lo demás, existen muy pocas leyes culturales universales.
Cuando alguien considera que algo no es normal, sus amistades suelen concordar en ello porque tienen el mismo punto de vista. Sin embargo, los criterios varían según la edad, sexo y posición social, lo que acentúa la dificultad de establecer distinciones absolutas acerca de lo que es normal y lo que no lo es.
Por eso los psicólogos son muy cautelosos al evaluar el comportamiento humano. Un diagnóstico errado podría ocasionar que la persona quedase expuesta a la reprobación social y a una terapia inadecuada.
NORMAL

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