Nos condicionan desde pequeños a ser como nuestros padres quieren que seamos. Y en el mejor de los casos los padres tienen una remota idea de lo que están haciendo. Rara vez nos enseñan que está bien solo ser nosotros mismos.
Aprendemos desde temprana edad que tenemos que hacer muchas cosas para ganarnos la aprobación de otros, pero no recuerdo haber escuchado cada día que estaba bien solo ser…sin saludar al llegar a un lugar si no quería o poder dormirme tarde o estudiar lo que quisiera en la Universidad sin que se juzgara mi carrera enfocada al arte como un juego y no una carrera profesional. Y que no, realmente no quería estudiar medicina (me da miedo la sangre) ni administración.
Ojalá supiéramos más formas de conocernos, de estar en paz con nosotros mismos y disfrutarlo. Si, disfrutar la vida.
Fui una niña quieta que disfrutó mucho jugar sola en el cuarto, además no tenía otra opción…mi hermano y mis primos eran mayores (y se iban al cine sin mí). Pero ese tiempo me ayudó a empezar desde niña a pensar mucho, pensar sobre todo…lo que hacía, lo que no hacía, lo que quería en la vida, etc… Quién era y quién no quería ser.
A veces nos acostumbramos a hacer mucho y encontramos un supuesto sentido en eso, pero si no sabemos SER de nada nos servirá tanto HACER.