Revista Ciencia
Eso afirma Nicholas Carr en su nuevo libro, The Shallows, y es realmente una tesis muy vox populi (seguro que todos habéis oído o pensado en esa posibilidad más de una vez)..El argumento principal es que la mecánica (por no decir la "lógica") del hipertexto, de las múltiples ventanas o pestañas, y del click fácil (aunque en mis años mozos, ¡ay!, los clicks eran otra cosa -¿o tal vez no?), nos hacen perder la capacidad de concentrarnos dedicando el tiempo y el esfuerzo de atención suficiente para entender o elaborar un argumento largo y complicado.. Pero yo tengo mis dudas. Al fin y al cabo, ¿no se leen hoy más novelas y libros que nunca? ¿No siguen enganchando las novelas gordas? (aprovecho para recomendar la saga sobre Escipión y Aníbal de Santiago Posteguillo). ¿No se dijo más o menos lo mismo cuando se popularizaron el cine, la radio y la televisión?.Por otro lado, este tipo de críticas a lo Jorge Manrique siempre suelen pecar de ver el pasado de color de rosa: ¡como si el ciudadano medio de las generaciones pasadas fuese un dechado de virtudes intelectuales, el colmo de la capacidad de concentración! Al menos, no es así como yo recuerdo que era la mayoría de la gente hace treinta o cuarenta años..Así que, aunque sólo sea por el peso estadístico de los fallos en que han incurrido sistemáticamente este tipo de negras profecías, mi apuesta es que seguiremos más o menos igual de "superficiales" o de "profundos" que hasta ahora..¿Opiniones?..Más:* ¡Cuánto daño hace internet!* Las humanidades en la red.* Hegel 2.0.* Filosofar en la blogosfera.* ¿Por qué hay tan pocos blogs filosóficos?* Un cromagnon se abre una cuenta en facebook..Enrólate en el Otto Neurath