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¿Nos vamos?

Publicado el 11 abril 2021 por Claudia_paperblog

Voy al baño a lavarme los dientes y noto que me escuecen los ojos, tengo ganas de llorar. Cuando vuelvo, ya no. Me siento desconectada del mundo y me da miedo que me pase lo mismo que a él. Me da miedo no sentir placer por nada, no disfrutar de nada de lo que estoy haciendo justo ahora. Cada vez me cuesta más. Él me diría: A ti nunca te pasará algo así, siempre estás alegre y haciendo mil planes y cosas, y yo, en mi mente respondería: Tú también eras así, pero te pasó.

El otro día fui a ver a mi abuela y me sentí como en junio, con la cabeza en otra galaxia, totalmente fuera de la conversación. Ella me lo notó. Me fui a casa antes de tiempo, me agobié.

A veces el sentimiento de soledad es tan fuerte que solo quiero que se acabe el día, “salir de mi cabeza”, que diría él. Él tiene razón muchas veces, es el que más piensa de los dos. Yo sigo mis impulsos y lo que me hace sentir bien en el momento, aun así, no me arrepiento de nada, prefiero ser así. Pero me da pánico el paso del tiempo, que no cura nada, que no cierra heridas. Y me da miedo que no tenga ganas de viajar y que eso me pueda ocurrir a mí algún día. Me da miedo el futuro y lo que se espera de mí, me da miedo que llevo dos años en un trabajo que no me gusta y del que no consigo salir. Me da miedo no tenerle a mi lado, no poder contarle lo que me pasa, no poder decir, como otras veces: Lo dejamos todo y nos vamos.

Esta mañana me despierto desnuda entre las sábanas, veo mis caderas, mi vientre plano, mis pechos más grandes porque me vendrá pronto la regla. Y pienso en todas aquellas mañanas de domingo en que me despertaba con esta misma sensación en el cuerpo, con la incertidumbre en la nuca, el miedo en la garganta, la presión en el pecho, pero con su brazo rodeando mi cintura. Así se iba la tristeza de los domingos por la mañana, con sus besos y su piel, con sus pies calentando los míos, con su cuerpo unido al mío, el placer brotando por la boca. El solo hecho de sentir su respiración a mi lado me calmaba. Siempre le ha gustado dormir, pero espero que siga soñando. Yo aún te quiero, espero que tú a mí también.

¿Nos vamos?

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