El punto romántico lo puso un gran piano de cola durante la ceremonia rodeado por un gran marco antiguo y cortinas en satén colgando de un árbol. Además, colocaron largas guirnaldas de pompones de seda en color beige que colgaban de la fachada del palacio y, como broche final, muebles de época con peonías rosas y velas de encaje decoraban el jardín.
No descuidaron ningún detalle y sobre las mesas cubiertas de tafetán color chocolate se dispusieron unas brújulas como meseros y libros antiguos forrados con las partituras de Glasgow Love Theme, la canción que sonó a la llegada de la novia. Y colocaron velas para potenciar el brillo de las perlas y hortensias blancas dentro de botellas talladas.Para la distribución de las mesas se usó un seating plan con llaves antiguas, que fueron uno de los regalos para los invitados entre otros recuerdos como tarritos personalizados de miel ecológica y gemelos de LEGO. Para los dulces, hubo un “Candy bar” también de estilo vintage adornado con detalles de cristal y libros antiguos. La tarta, al hilo de toda la decoración, tenía un toque british.
La música fue variando a lo largo de la boda: contaron con un trío de cool-jazz en directo durante el cóctel; un dúo de piano de cola y un vocalista, en la cena; y para el baile, un DJ con una impactante iluminación para animar la velada. ¡Ambientazo en todos los momentos de la celebración!
Sobre los novios, detallaros que Paola eligió un maravilloso vestido de Aire Barcelona que complementó con los Manolo Blahnik azules que lució Carry y que nos vuelven loca a todas!!! Además, añadió un tocado de Rita Von, firma que sabéis que es de nuestras favoritas ;)
Por su parte, Carlos eligió un elegante traje de Hackett con corbata Loewe. Una boda en la que se cuidaron todos los detalles al máximo y así de bonita quedó:
¡Mucho amor y felicidad para Paola y Carlos!!!