En ella se inspira la obra de Cormac McCarthy, es la principal fuente de la que bebe para retratar sus tan carácterísticos personajes marginales de la América profunda. Una pincelada (más bien un brochazo) de sangre, y listo, Carson McCullers convertida en Cormac McCarthy. Su obra resulta calve en las pautas seguidas por la literatura contemporánea. Novelas (y películas) como "La balada del Sad Café" son claro ejemplo de ello. Hoy martes, Novelas de Cine. Pasen, vean, y lean.
DE QUÉ VA
Amelia tiene una conocida tienda en una pequeña ciudad en Georgia llamada The Sad Café y lleva una vida solitaria hasta la llegada de dos hombres; Lyman, quien dice ser su primo, y Marvin, su ex marido. Pronto su tienda se convertirá en uno de los centros más famosos de cultura y música de la zona.
LA NOVELA
La obra de Carson McCullers resulta clave en la historia de la literatura. El interés que en varias ocasiones han despertado sus novelas para ser trasladadas al cine o al teatro son clara prueba de ello. En concreto "La Balada del Sad Café" mereció la atención de Edward Albee y la convirtió en obra escénica que se ha basado Michael Hirst para hacer el guión de la película
LA AUTORA: CARSON McCULLERS
De su obra bebe sin tapujos la literatura de Cormac McCarthy. Al igual que el autor de "No es país para viejos," su ficción explora el aislamiento espiritual de los inadaptados y marginados del Sur de los Estados Unidos de América. Es, también, una pionera del tratamiento de temas como el adulterio, la homosexualidad y el racismo cuya reivindicación y denuncia ya vio la luz bajo su obra hace prácticamente un siglo. Responsable, entre otras joyas literarias, de "Reflejos en un ojo dorado," la influencia de su letra a llegado a artistas de la talla de Madonna, quién hace alusión a "El corazón es un cazador solitario" en su canción "Love Tried To Welcome Me" de su álbum "Bedtime Stories" o incluso Charles Bukowski, quién le dedicó un poema.
LA PELÍCULA
Maravillosa adaptación literaria a concurso en la Sección Oficial del Festival de Berlín allá por los 90.
EL DIRECTOR
Más conocido por su trabajo ante cámara que tras ella, Simon Callow hizo su primera aparición en una película en Amadeus en 1984 (donde él mismo interpretó a Mozart en la producción original en el «Royal National Theatre»). Desde entonces Callow ha aparecido en la mayor parte de sus películas como secundario. Destacan sus papeles en "Una habitación con vistas," "Cuatro bodas y un funeral" o "Shakespeare in Love," por lo que se le recompensó a él y al resto del reparto con un Premio del Sindicato de Actores.
QUIÉN SALE
Lo mejorcito de la old school: Vanessa Redgrave, Keith Carradine y Rod Steiger
ALGO ASÍ COMO
“Honeydripper" + "Meridiano de sangre" (pero sin sangre)