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Novelas de Misterio: Guía rápida de subgéneros

Publicado el 10 enero 2015 por Escrilia @escrilia

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Las novelas que se encuadran en el género de Misterio no son todas iguales. Hay una variedad de subgéneros muy específicos y con reglas, formatos, convencionalismos y seguidores propios. La correcta etiqueta en su novela hará más fácil la vida para el editor, el publicista y, sobre todo, el lector, que busca un determinado tipo de historia.

Seguramente habrá listas con distintas clasificaciones y como además son posibles las combinaciones, se hace difícil el etiquetado, pero estos subgéneros de novelas de misterio que menciono a continuación son los más definidos:

Cozy (puede traducirse como confortable, cómodo e íntimo): Es el que impuso la gran Agatha Christie (de los autores más leídos de la historia y que sigue rompiendo récords de venta a 38 años de su muerte). Se centra en un crimen nada escabroso o violento, con una víctima que no se echará de menos o simplemente antipática. Para solucionar el misterio se pueden utilizar dos tipos de razonamiento, la vía emocional (Miss Marple) o el pensamiento lógico (Poirot). Después de una serie de sucesos aparentemente inconexos, el astuto investigador logra dar con la explicación que da sentido a todo y para exponerla reúne a todos los involucrados. La serie española “Los misterios de Laura” (ahora versionada en EEUU) sigue esta línea.
Una variante es la del “misterio de cuarto cerrado” donde se produce un crimen en circunstancias virtualmente imposibles y que sólo la brillante mente del investigador logra solucionar. Edgar Allan Poe le dio inicio con “Los crímenes de la calle Morgue”.

El rico y ermitaño  estanciero, tío de la querida enfermera del pueblo, es envenenado. La amable señora jubilada se salta su té de la tarde para descubrir cuál de los miembros de la familia cometió el terrible crimen y por qué lo hizo, revelando ‘el secreto mejor guardado de la familia’.

Comedia de misterio: La historia se distingue por elementos de humor, aventura, inteligencia inusual o audacia del protagonista, que por lo general es un ladrón simpático (o un investigador inútil) al que las cosas le salen mal constantemente y tiene un propósito demasiado ambicioso o ridículamente pequeño que nunca logra completar. Mientras intenta llevar a cabo sus planes se involucra en un misterio que va resolviendo casi sin querer. Puede también ser una subtrama en una historia más grande: El plan de Tom Sawyer para librar a Jim de la esclavitud en la última parte de “Huckleberry Finn”, de Mark Twain, es un ejemplo clásico. Historias como las películas de la “Pantera Rosa”, con Peter Sellers, y la serie Psych entran en este subgénero.

Había cargado la pistola con sumo cuidado esa mañana, por lo que no había razón para que no funcionara. La sacudió con furia y apretó con las dos manos el gatillo hasta que los nudillos se le pusieron blancos. Luego miró por el caño del arma cerrando el otro ojo por si veía alguna obstrucción. La alarma de la caja volvió a sonar sobresaltándolo y bajó la cabeza. La punta de la mira le entró en el ojo derecho causándole un ardor insoportable. Metió la mano en el abrigo que le habían prestado para ver si encontraba un pañuelo y lo único que halló fue un frasco de las pastillas que Roberto tomaba, pero en la etiqueta ponía otro nombre.

Investigador amateur: Una persona (en ocasiones un grupo) intenta resolver el crimen de alguien cercano o conocido porque la policía ha abandonado el caso o lo ha catalogado erróneamente como accidente o suicidio. La pérdida es personal, como la necesidad de esclarecer el misterio. Son generalmente historias aisladas aunque, si bien es raro que esta situación afecte a una persona muchas veces, las series televisivas lograron dar con fórmulas para que gente que normalmente atiende una cafetería o enseña álgebra se tropiece con cadáveres de manera regular. “Se ha escrito un crimen” es un ejemplo.

Aunque la muerte de su compañero de tesis es declarada suicidio, el brillante estudiante de programación tiene la sensación de que ha sido asesinado para sabotear el asombroso programa de encriptado de distribución libre que ambos estaban desarrollando para obtener el doctorado. Con sus recursos y conocimiento el joven investiga, seguido de cerca por el asesino, que resulta al final pagado por la principal proveedora de seguridad digital del gobierno.

Investigador especializado: Es un investigador que, si bien no se dedica a investigar crímenes, conoce a la perfección el ámbito en el que ocurrió el crimen. Preferiblemente un entorno altamente profesional, único e intrigante. Su investigación pretende devolver el orden en este escenario cerrado. Usualmente son científicos de investigaciones avanzadas, alguien en el mundillo del cine o la televisión, un asesor de un congresista en el exclusivo círculo de la alta política, un piloto en el entorno del campeonato de fórmula uno, etc.

La caída de tensión no era significativa, pero al experto en redes eléctricas Juan Cruz le llamó la atención. Consultando sus registros advirtió un patrón de micro cortes y desviaciones de flujo que, de ser intencionados, podía resultar en una de las más grandes estafas de una compañía de servicios. La muerte del auditor de la zona sur, hasta ese momento tratada como un accidente, le parecía ahora muy sospechosa.

Policial clásico: Enfatiza los procedimientos policiales, describiendo las operaciones de forma precisa. Hacer cumplir la ley es un esfuerzo de equipo donde cada uno juega su papel. Para escribir en este subgénero es necesario un profundo conocimiento del quehacer policial derivado de vivencias de primera mano (muchos escritores que lo escogen son ex policías) o pasar largas horas de investigación sobre los pequeños detalles que le darán verosimilitud a la historia.

El Teniente Pérez era el oficial de turno cuando descubrieron el tercer cuerpo y vinculó el asesinato con los otros dos. Le faltaban tres meses para retirarse y había pedido el turno de los nuevos para estar tranquilo hasta entonces. Ahora debía hacerse cargo de un asesino serial, con el jefe soplándole la nuca y un equipo de niñatos recién salidos de la academia como única ayuda.

Legal / Médico: Abogados y médicos son protagonistas efectivos de misterios que se desarrollan en éstos círculos tan alejados de las personas comunes. Generalmente son novelas escritas por verdaderos médicos y abogados, por la enorme cantidad de información necesaria para construir un entorno creíble. Se pueden encontrar fácilmente este tipo de novelas en la lista de Best Sellers, con firmas como Robin Cook y John Grisham.

La selección del jurado iba a ser dura. Una demanda conjunta contra la industria farmacéutica no era sencilla, pero era sin duda el caso con que sueña todo abogado. Las corporaciones habían contratado a un enorme despacho de juristas de la capital, y lo desigual de la pelea le hizo pensar que sus padres habían acertado con su nombre: David.

Suspenso / Thriller: En lugar de que el investigador persiga al criminal, en estas novelas es el protagonista el que está siendo perseguido, asediado o atacado. La cuestión aquí no es tanto ¿Quién lo hizo? Sino ¿Cómo hará el protagonista para seguir vivo hasta averiguar quién está detrás o qué pasa en realidad? Estas novelas son carne de Best Sellers y el secreto está en mantener la tensión con un argumento trabajado hasta el más pequeño detalle.

María creyó estar ayudando a una víctima de atropello por el que finalmente no pudo hacer nada, pero de repente comenzaron a ocurrirle accidentes extraños. Ella no había visto al conductor implicado, pero el asesino creía lo contrario y una serie de amenazas se lo dejó claro. Ahora debía averiguar quién estaba tras ese volante para salvarse.

Suspenso romántico: Se logra añadiendo a la historia de suspenso una dosis de romanticismo, una pareja que se conoce, se gusta e intentan conquistarse entre sí. Aquí no sólo debe prevalecer la justicia, sino que el amor debe triunfar al final. Una exponente de éste subgénero es la superventas estadounidense Mary Higgins Clark.

La guapa reportera trataba de investigar la desaparición del hijo del embajador de China, y a cada paso tropezaba con el inspector Fuentes, que había seguido investigando en su tiempo libre este caso que su sargento había cerrado, presionado por la embajada. Después de un intercambio mutuo de información Susana decidió aceptar la propuesta de Fuentes y asesorarle en este caso a cambio de publicar la exclusiva una vez resuelto. Aunque intuía que también había otra intención detrás de la invitación a vigilar al sospechoso.

Histórico o de época: Saque su misterio de la época actual y sitúelo en el pasado (cercano o remoto) y tendrá una novela de Misterio Histórico. Los crímenes han sido siempre un tema de interés y las posibilidades están limitadas sólo por su imaginación y la capacidad de investigación. Es necesario encontrar el equilibrio justo entre la trama de misterio y la ambientación, para que no deje de ser ficción entretenida y se torne una obra de divulgación científica sobre costumbres de nuestros antepasados.

En la torre este del castillo, el médico real certificó la muerte del monarca como ‘causas naturales’, aunque había advertido el pequeño pinchazo en el cuello. La línea de sucesión no estaba clara y antes de proclamar un magnicidio había que estar seguros de cuál de los tres posibles sucesores había querido acelerar el proceso. Acusar sin pruebas podía significar su muerte y buscar apoyo en el lugar incorrecto también.

Misterio de ciencia ficción o género mixto: Haciendo el mismo ejercicio anterior, pero situando el crimen en el futuro entramos en un subgénero que acoge con gusto esta combinación. La posibilidad de liberar la imaginación creando un entorno de la nada es muy atrayente y una buena historia de misterio es la excusa perfecta para explorar posibles futuros. Muchos escritores de ciencia ficción buscan en el misterio el soporte argumental para el desarrollo de nuevas realidades, la serie “Robots” de Isaac Asimov es quizás uno de los mejores ejemplos de los detectives policiales del futuro.

Ya era malo que un robot con cerebro positrónico de última generación haya contradicho su programación disparando a la cabeza a uno de los tres clones reconocidos del presidente, pero además todo apuntaba a que el embajador de Karanus había dado la orden de ejecución, quebrando la frágil paz entre los planetas de la confederación. El inspector Ji 22 no sólo debía encontrar un asesino, sino detener una guerra.

Investigador privado: Es un icono de la cultura norteamericana, como el cowboy solitario y el pastel de manzanas. Desde las historias clásicas del Pulp Fiction de los años ‘30 y ’40 hasta el investigador políticamente correcto de hoy, el protagonista de éste subgénero es conocido por su inquebrantable código de honor, por el que da la vida. Hay innumerables ejemplos, desde las novelas de Lawrence Block hasta las de Sue Grafton.

Era un trabajo que no podía rechazar, se lo decían su instinto y los tres meses que debía de alquiler. Encontrar un posible marido adúltero fugado con su secretaria no parecía emocionante, pero pagaría la comida y el hombre se lo había buscado. Le pasó el nombre del hotel a la despechada esposa. Nunca se imaginó que al otro día encontrarían al tipo con el hueco de una bala del ‘45 en la frente y un casquillo con sus propias huellas. Para colmo su cliente había desaparecido, junto con su paga y su honor.

Novela Negra (noir): Una ambiente más crudo, menos glamoroso, quizás con una pátina de desesperanza y fatalidad. Si bien muchas de las novelas de investigadores privados entran en el género negro, éste cubre además las historias del otro lado de la cerca: relaciones entre criminales, asesinos, adictos, policías corruptos y toda la fauna del lado menos bonito de las ciudades. Lo habitual es que no terminen bien. Es el extremo opuesto de las novelas de Agatha Christie, con escritores como Elmore Leonard, Raymond Chandler y Dashiell Hammett.

Cuando salió de la cárcel descubrió que el mundo no había estado en pausa esos once años. Su chica era la chica de Toni y su territorio era de la familia Fosco. Lo único que se mantenía inalterable eran el odio con que Big Bob lo buscaba por dejar morir a su hermano en el asalto a ese camión blindado en el que lo atraparon y la necesidad de evitar que lo encontrara.

Crimen Blanco: Desde el punto de vista de unos chicos malos que son inteligentes, organizados y muchas veces adorables ladrones de guante blanco. Se centra en la planificación y ejecución de un golpe, con contratiempos, salidas en falso y altibajos. El clímax se logra con la intriga de saber si el plan funciona o no. Funciona muy bien en películas, como las exitosas Ocean’s 11, El asalto al tren Pelham 1-2-3 y El caso Thomas Crowne.

Tenían treinta segundos para cortar el cable de la alarma. El mejor tiempo durante los simulacros fue de quince. Ahora, veinte segundos después de abrir la placa frontal, Allison dejó caer las pinzas dentro de la pared.

Crimen verdadero: La evolución y el drama de un crimen mostrado desde las ópticas del criminal y el investigador, donde a cada paso se desvela una parte del suceso generalmente violento y macabro, o de una serie de crímenes de ese tipo. Es el acercamiento entre el género de terror y el misterio. Son buenos ejemplos la película “Seven: Pecados capitales” y la serie estadounidense “True Detective”

La cabeza de la tercera víctima estaba a treinta metros del contenedor, la inspectora Fernández se acercó para verla mejor, estaba tan mutilada como las anteriores y debió reprimir una fuerte sensación de náuseas.
El hombre llegó a la cabaña con una bolsa repleta y se acercó a la vieja nevera a gas. Fue acomodando el queso, las latas de cerveza y los postres de chocolate en el estante de arriba hasta que se llenó; a la bandeja de filetes de ternera la puso debajo, junto al frasco donde guardaba los tres pares de ojos en un líquido viscoso.


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