Pregunta: Hola quisiera saber si las apariciones de Nuestra Señora de las Rosas En Bruklin (EUA) esta aprobado por la iglesia o si hay indicios de que sea una verdadera aparicion? Gracias.
Respuesta: Pues tengo que decirte que no. En 1896 el obispo de Brooklyn negó el carácter sobrenatural de dichas apariciones y mensajes a Verónica Lueken. El motivo de dicha actitud se comprende fácilmente si vemos el contenido de los supuestos mensajes marianos, la actitud eclesial de los divulgadores y, en definitiva, del mundillo que rodea el tema.
Un poco de historia:
Los fenómenos comenzaron en 1968, cuando Verónica Leuken, madre de familia comenzó a sentir olor a rosas, y Santa Teresita se apoderó de su espíritu, durante tres días y noches para hacerle escribir unas oraciones y mensajes (este supuesto apoderarse de un alma, por parte de un santo, ya es bastante polémico). En 1970 María se le apareció, anunciando apariciones en una iglesia, ordenando la construcción de un santuario bajo el título de Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de las Madres. Además, pidiendo una medalla que sería milagrosa, prometiendo que aparecería una fuente milagrosa, que aparecería de modo visible para todo el mundo (algún día, no sabemos cual) y, como no, el próximo fin del mundo.
Mensajes, directrices y fenómenos:
En todos estos años, los mensajes a la par invitar a la conversión y la penitencia necesarias, han recaído en las predicciones apocalípticas, el descrédito a la Iglesia (satanás gobernándola, o que el papa es masón o hereje). Según esta gente, que no María, el papa Pablo VI fue secuestrado y sustituido por un doble, para introducir la herejía en la iglesia. A partir de este despropósito se desarrolla una espiritualidad contraria al ecumenismo, la liturgia romana actual, la cerrazón (escondida bajo la ortodoxia católica). Se dan directrices propias de mentes fijas en lo exterior y ritual, como que las monjas deben vestir hábito largo, la comunión es un pecado terrible recibirla en la mano, y cosas parecidas. Otra constante es que el Tercer Secreto de Fátima no fue contado realmente, sino que ellos sí lo poseen y se refiere, precisamente a eso: al reinado del diablo en la Iglesia Católica y al “asesinato” de Juan Pablo I, que ¡mira tú! sí fue verdadero papa.
Hay un interés marcado en vincular las apariciones con Fátima, lo cual es un denominador común con las supuestas apariciones de los últimos tiempos: aparecer como continuación de Fátima o Lourdes, para ganar prestigio.
Como todo lo que del hombre proviene y necesita sostenerlo cuando se tambalea, abundan como “pruebas irrefutables” numerosas fotografías “milagrosas”, que no son más que fotografías con halos de luces, como los que podemos hacer y hemos hecho en las noches de campamento, si movemos algo luminoso (un cigarro, por ejemplo) rápidamente, creando alguna figura. El ojo no capta toda la figura realizada, pero la cámara sí. Así suceden los fenómenos que entre ellos son constatables, como cambio de rosarios plateados a dorados, palomas de luz, olores a incienso.
La actitud de los propagadores:
Es una actitud de franca rebeldía y obstinación en sus mensajes. Niegan la autoridad de la Iglesia para proclamar su propia autoridad. En una comparación maniquea, hacen un paralelismo entre el juicio del obispo de Broonklin sobre el tema y el juicio de Juana de Arco, pretendiendo equiparar ambos personajes, ya que, según ellos, si Juana de Arco fue condenada por un obispo vendido al poder e injusto, aunque perteneciera a la Iglesia, se estaría dando el mismo caso: la verdadera Iglesia en manos de pastores falsarios y sordos a María Santísima. Y ¿como lo “demuestran”? Pues, como no podía ser de otro modo: ¡con sus mismos mensajes!: "Pastores, ¿rechazáis el Mensaje del Cielo porque le teméis? ¿O preferís ignorarlo porque expondrá vuestro error? Falso orgullo, hijos Míos, es la caída de muchos. ¡Arrojad a un lado este orgullo mundano!" (1975).
Como siempre digo, comparad la actitud sencilla y humilde de Francisco, Lucía y Jacinta, Bernardette o Catalina Labouré, videntes de Fátima, Lourdes y Rue du Bac, respectivamente. Son de las tres apariciones con más prestigio y visos de verosimilitud y que yo, personalmente, considero reales (probablemente las únicas tres que me creo). Comparad los mensajes y la sencillez de estas tres apariciones con estos mensajes de miedo, amenazas y condena a la Iglesia (condena solapada bajo el manto de la salvaguarda de la fe). Comparad, solo eso. Sobre esto, leed aquí: Apariciones marianas, algunos signos.
Que debemos hacer?
Aunque estas apariciones están condenadas, eso no impide que los católicos puedan asistir a Bayside, orar a Cristo y María, e incluso publicar y propagar los mensajes, sin tener que pedir un permiso especial; solamente tendrían que hacerlo un sacerdote para celebrar la misa. En cuanto a los mensajes y su propagación, desde 1966, no es necesario el “Nihil Obstat” para publicar artículos, devociones o mensajes de apariciones. Pero eso no implica que se pueda actuar o escribir en nombre de la Iglesia, presentando como doctrina católica lo que es, en el mejor de los casos, una equivocación, y en el peor, un engaño bien armado.
Creo que lo mejor es preguntarse sobre la necesidad de asistir a dichos sitios, si se busca nuestro bien espiritual, o la curiosidad, la novedad. ¿Nos hacen bien los ambientes enrarecidos, donde no cabe la palabra discordante, donde los mensajes tenidos como del cielo, son casi palabra de Dios? Vayamos a la sencillez del Evangelio, a la oración silenciosa y la fe exenta de fenómenos estrafalarios, y a la caridad hecha realidad; es el mejor modo de escuchar a María.