Este post sé que no os va a interesar a muchas. Sin embargo, lo considero más que necesario ya que solo pretendo intentar facilitar las cosas a todo intolerante a la lactosa que viaje a Nueva York y piense que no va a poder tomar ni un solo dulce. Yo, cuando preparaba el viaje, no dejaba de buscar en foros y blogs y era casi un milagro encontrar algo. Así que no podía esperar más a hacer mi aportación para que nos vayáis sin comer pasteles.
Me pasé el viaje preguntando por las bakerys y es raro dar con una que tenga algo sin lactosa. Ni la mismísima Magnolia Bakery tiene algo que podamos comer los intolerantes a la lactosa y eso que había leído en Internet que tenían pasteles de soja o de leche sin lactosa.
Sí tengo que deciros a los intolerantes a la lactosa que no encontré ninguna cheese cake que pudiera comer... una auténtica lástima. Pero al menos maté el gusanillo con otros dulces. Eso sí, si no queréis dar muchas vueltas, os recomiendo que al menos os apuntéis los siguientes sitios y ojo, comprad algo para la espera en el aeropuerto o el avión, sobre todo si hacéis escala. Os aseguro que en los aeropuertos no vais a encontrar nada sin leche... todo tiene queso o salsas con leche. Y tampoco se van a entretener en preparar algo para ti, ya que todo está hecho y listo para servir.
Bien, entramos en materia:1) Dylan´s Candy Bar. 1011 3rd Ave.
Venirse de Nueva York sin probar un pretzel es casi un delito. Pues bien, me quedé con las ganas de comerme un pretzel normal y corriente pero tenían leche... es cierto que a los intolerantes a la lactosa, algunos productos con lactosa no nos sientan mal pero no podía arriesgarme ya que las consecuencias podían ser inmediatas y quedarme un día en el hotel sin poder salir... no estaba dispuesta a pasar por eso. Así que me quedé con las ganas pero en Dylan´s Candy Bar (una tienda enorme de chucherías, os la enseñé en el post Nueva York III: Qué comprar en Nueva York (ropa, electrónica, calzado, chucherías, juguetes, joyas, chocolate...) vendían una bolsa de pretzels recubiertos de chocolate sin lactosa, sin huevo, sin gluten, sin nueces, sin cacahuetes y veganos. Estaban riquísimos... a saber de qué estaban hechos, porque no llevaban de nada de lo normal. Fue de lo primero que encontré, por lo que para mí fue como encontrar un vaso de agua en el desierto porque entre la dificultad para comer o cenar y que no podía probar ni un solo M&Ms... era un milagro. Eso sí... carísima la bolsa: 12 dólares por 100 gramos.
Aparte de los pretzels de chocolate, había unas tabletas de 63 gramos de chocolate sin lactosa. Solo había dos sabores: sal o arroz inflado. El de sal estaba bastante malo porque no era chocolate al toque de sal, sino chocolate negro con sal gorda... la suerte es que la sal ocupaba solo la capa de la base y quedándote sin media tableta, se podía raspar. Era imposible tragarse ese chocolate... en cambio, el de arroz inflado sí estaba muy bueno... cuando digo muy bueno siempre me refiero a que se podía comer y era chocolate. Sin embargo, le notaba esa "sequedad", por decirlo de alguna manera, que tiene el chocolate sin lactosa. Como el chocolate normal y "de verdad" no hay nada pero cuando no se puede hacer otra cosa, es lo que queda. Claro... hablamos de 5 dólares y pico.
Quiero hacer una puntualización y es que a mí no me gustan las gominolas pero vi que había algunas al peso que no llevaban lactosa.
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2) The Food Emporium. 401 E 59th y St 810 8th Ave.
Este lugar es bastante completo ya que es un restaurante de comida diaria donde en las vitrinas se puede elegir comida y pagas al peso. También tiene una parte de supermercado con algunos productos para completar la comida y otro supermercado en el sótano.
Aquí encontré un brownie de chocolate que estaba muy bueno por 2´49 dólares. Puede despistar, ya que en el envoltorio no se ve nada que diga "dairy free" o "lactose free", sino que solo hace alusión al gluten. En cambio, si leemos la etiqueta vemos que no hay peligro.
3) Blossom du jour. 259 W 23rd St.
Los intolerantes a la lactosa tienen una opción cuando viajan y no encuentran un sitio donde matar el hambre o simplemente quieren un pastel o pieza de bollería. Os hablo de los establecimientos veganos. Jamás pensé que acabaría en un sitio así si tenía que ir por voluntad propia. Pero lo cierto es que tienen bollería que podemos comer. Eso sí, también hay que tener en cuenta que engordan una barbaridad ya que si no usan huevos, leche, mantequilla, nada de origen animal... con algo tendrán que elaborar sus pasteles. Y la manteca blanca que usas es de todo menos hipocalórica.
Yo probé las cup cakes de chocolate, el brownie y la cookie de pepitas de chocolate y la de chocolate con coco. Para mi gusto lo mejor fue la cup cake... ¡conseguidísima! y la cookie de chocolate con coco. La cookie con pepitas me pareció muy grasienta y el brownie estaba bueno pero no estaba tan conseguido como me imaginaba. Los precios oscilaban entre 3 y 4´5 dólares.
Al lado de Blossom Bakery hay una pastelería, cuyo nombre no recuerdo, pero que vendía cookies de leche de almendras y pepitas de chocolate. Yo no llegué a probarla.4) Au bon pain. Hay varios por todo Nueva York.Au bon pain es un sitio donde se puede almorzar o también comer bollería y pasteles. Tienen una máquina donde indica las calorías y la composición de cada producto, aunque yo busqué la lactosa y no la veía por ninguna parte. Así que le pregunté a una de las chicas que atendían y me dijo lo que podía comer. Me aseguraba que no me haría daño y que ella también era intolerante a la lactosa. Bien, la creí y lo que compré estaba demasiado bueno... Yo me decía a mí misma que lo que me estaba comiendo estaba riquísimo, así que no entendía cómo no llevaba leche... Ahora os cuento. Era bollería que ibas cogiendo de una en una y en ninguna parte se veían los ingredientes. La sorpresa fue que en otro establecimiento igual pero en otra zona de Nueva York, vendían lo mismo pero envuelto porque era take away... y ahí sí venía escritos los ingredientes. La muchacha me vendió una cup cake y una trenza de chocolate y crema que tenía leche. A ver, cada intolerante tiene padece sus efectos secundarios y yo os diré que los suelo tener todos y de manera bastante inmediata... ya me entendéis. Y tras tomar la trenza no noté nada, pero tras comer la cup cake sí tuve algo de fatiga leve. Pero me volví a comprar otra :-P porque la sensación se pasaba pronto.
5) Dunkin. Hay varios por todo Nueva York.El Dunkin me mataba y me traía por la calle de la amargura. Mucha leche con soja para tomar pero... ¿con qué se empuja? ¿ningún donut sin lactosa? Lo único que se podían comer eran las muffins y no todas... adivina adivinanza con cuál no se vomita ni se tiene diarreas. Porque se le preguntaba a quien atendía y nadie tenía ni idea. ¿De verdad que era la primera intolerante a la lactosa que entraba allí? Yo me la jugué y no me sentó bien al 100% pero nada que me dejara sin disfrutar del viaje, solo el estómago un poco revuelto. Hubiera sido mejor elegir una sin chocolate.
6) HeladosFui a Nueva York a principios de septiembre y hacía muchísima calor... tanta que te quemabas. Y como buena intolerante a la lactosa, pues ni un helado había que pudiera tomar. ¡Hasta los polos tenían leche! en cambio, encontré unos polos de sabores que estaban muy buenos y que los vendían en el paseo que está cerca del Intrepid Museum. Costaban 4 dólares, pero merecían la pena.
El de chocolate no se puede comer porque tiene lactosa. El de mango sí se puede comer :-)
Espero que esta entrada sirva a los intolerantes a la lactosa que viajen a Nueva York
¡Besos! ¡gracias por vuestros comentarios!
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