Las nuevas tecnologías vienen pegando fuerte. Cada vez está más extendido el uso de teléfonos móviles, Internet, videojuegos, etc; y muchos se preguntan hasta qué punto es “normal” o adecuado el pasar muchas horas delante de una pantalla de ordenador o de televisión.
En general, son los padres los que principalmente comienzan a preocuparse por una utilización excesiva de estos instrumentos por parte de sus hijos, muchas veces sin saber muy bien cómo actuar. A ello dedicaremos algunos de nuestros próximos artículos, además de los ya escritos anteriormente referidos a las nuevas tecnologías en la adolescencia y los peligros de Internet.
En el de hoy, quisiéramos expresar algunos de los comportamientos o indicadores de una utilización inadecuada de estos medios por parte de los más jóvenes, con el fin de que puedan contribuir a una adecuada prevención o incluso al tratamiento del problema en los casos más graves. Así, destacamos:
-Existe pérdida de control. Por ejemplo, si notamos que nuestro hijo/a utiliza Internet durante más horas de las que había previsto y si les preguntamos nos dice que “no puede dejarlo”, como si hubiera quedado atrapado en él.
-Se pierde libertad. Si vemos que también dedica mucho menos tiempo a actividades que antes le gustaban como leer, escuchar música o practicar deporte, puesto que se dedica casi en exclusiva a la nueva tecnología.
-No reconoce el problema. Si le preguntamos, seguramente nos dirá que lo que le ocurre es normal, que todos sus amigos lo hacen y que lo único que estamos haciendo es agobiarle. Esta característica es muy propia de los problemas de dependencia en general, aunque a la larga el chico/a termina por reconocer la situación.
-Las usa como forma de escapar a los problemas de su vida. Un suspenso, una discusión, una ruptura… pueden hacer que busque aliviar el dolor a través de ellas. Ver una película divertida, por ejemplo, en esos casos puede venirnos bien, pero pasar horas y horas viendo la TV para tratar de “olvidar” no es la solución.
-Si le preguntamos, nos dice que no puede parar de pensar en la nueva tecnología en cuestión. Ya sea estando en el colegio, en la calle o en el cine, está deseando llegar a casa para encender su ordenador o jugar una partida a la videoconsola.
Si eres padre o familiar de alguna persona en la que percibes características como estas, sería conveniente que mantuvieses una seria charla con ella, con el fin de ayudarla a darse cuenta de que puede estar existiendo un problema.

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