¡Nuevo disco de The Real Mckenzies! : Two Devils Will Talk

A principios de este mes (parece que llovió mucho desde aquella, jejeje), salió una importante novedad en el mercado de la música celtic-punk a nivel mundial: el nuevo álbum de los canadienses The Real Mckenzies (incluyendo al gaitero de Cambre (A Coruña, Galicia, España) Luis Cao, más conocido como Aspy Luison). Si no tienes ni idea de quién es este grupo, aquí te dejo una entrada donde hablé más pormenorizadamente de este grupo: The Real Mckenzies: celtic-punk escocés desde Canadá

Este nuevo álbum de los canadienses consta de 14 nuevos temas muy agradables al oído: canciones en la línea celtic-punk de The Real Mckenzies, pero en las que también podemos escuchar algún que otro sonido nuevo.

En líneas generales, se puede decir que al celtic-punk que habitualmente hacen The Real Mckenzies le han añadido un toque más acústico. Pero no os preocupéis, que en este álbum los de Vancouver siguen dando mucha caña.

Vayamos ahora adentrándonos en este nuevo álbum, y vayamos escuchando una por una las 14 canciones de este disco. Primera canción: Due West. No está mal para introducir el álbum: unos segundos de voz sin música, y a continuación, ¡boom!, caña. Es el tema que más sigue la línea del celtic-punk tradicional hecho por The Real Mckenzies. Es para que uno se dé cuenta de que está escuchando a The Real Mckenzies y no a cualquier otro grupo.

Segunda parada: Weyburn. En este tema, la gaita de Aspy toma un protagonismo inusitado, junto con la voz de Paul Mckenzie, sin dejar por ello de haber un buen sonido de guitarras eléctricas. Tercer tema: One Day. Aquí se nota ya mucho la combinación de momentos líricos con momentos de mucha caña. Gaita, voz y batería forman un trío impresionante en esta canción.

Vamos ya a por la cuarta: Seafarers. Un tema algo más suave que los anteriores, la gaita y la voz van alternando su protagonismo en diferentes momentos de la primera mitad de la canción, para al final ser un protagonismo simultáneo en la segunda mitad.

Quinta esencia de este álbum: Northwest Passage. Algo más de caña en esta canción, pero aquí se ve un toque algo más acústico: mucho protagonismo de la voz de Paul Mckenzie, pero los instrumentos bajan algunos decibelios respecto a la media habitual de The Real Mckenzies.

Sexta marcha de este CD: Float. En este caso, nos encontramos con un toque más hard-rock y menos “celtic”.  De hecho, lo “celtic” en esta canción en concreto destaca por su ausencia. Podría ser una canción de muchos grupos hard-rock y punk si no distinguiésemos la voz de Paul Mckenzie.

La séptima velocidad de este nuevo bólido musical de los The Real Mckenzies se llama One Man Voyage. Vuelve la caña típica del celtic-punk de The Real Mckenzies. Es una de las canciones más cañeras de este grupo. De las mejores de este álbum, sin duda.

Octavo pasajero musical de este CD: Sail Again. Me parece una canción que representa muy bien la esencia de The Real Mckenzies: voz muy reconocible, caña propia del punk y sonido fuerte de la gaita y la batería. The Real Mckenzies en estado puro.

En el número nueve, tenemos la canción The Town. Han vuelto a bajar los decibelios en esta canción, aunque no deja de ser una canción muy reconocible del estilo de The Real Mckenzies: voz, batería y gaitas toman el poder en diferentes momentos de la canción de manera muy armoniosa.

En el décimo lugar se encuentra la canción Pedals. Sigue en la línea propia de los de Vancouver, es una buena canción para seguir identificando la música de este grupo si todavía no sabes muy bien como es.

Siguiente canción: Drunkards Lament. Vuelven a bajar los decibelios, y se notan unas líneas más melódicas, los instrumentos van mucho más suave que de costumbre. Es un pelín más triste que el resto de canciones.

En el 12 contamos con un tema cortito en lo que a tiempo se refiere, pero con un título bien curioso: Fuck The Real Mckenzies. La canción más irónica de este grupo, sin duda, aunque no por ello deja de perder la calidad musical por la que se destaca The Real Mckenzies.

Penúltimo trago: The Comeback. Aquí la guitarra eléctrica parece que se luce un poco más de lo habitual en este grupo. Es un tema más punk que “celtic”, pero aún así no deja de ser muy bueno y no deja de haber una gaita bien presente.

Última parada: Scots Wha Ha’e. Este tema tiene unos aires con influencia de la música propia de pub, con más coros y con ritmos algo más marcados, que se mezcla de manera magistral con el estilo propio de los canadienses. Y no os perdáis los segundos finales de bonus track, porque tienen un pequeño premio.

En conclusión, estamos ante un muy buen álbum de The Real Mckenzies, un gran trabajo a través del cual, los de Vancouver han conseguido ser un grupo que sabe renovarse ligeramente sin perder por ello su esencia primigenia, ese mismo aroma auditivo que ha llevado a este grupo a ser uno de los más reconocidos del panorama mundial del celtic-punk, y a seguir cosechando muchos éxitos y fans allá por donde van.

Espero que pronto se vuelvan a acercar a Cambre (como hicieron el verano pasado, tal y como lo recogí en la entrada 5 días, 5 conciertos, A Coruña y Cambre, 11/08/2016 -15/08/2016) o a algún otro lugar cerca de Coruña (o en Coruña mismo) para volver a oírlos en directo cerca de casa. Mientras tanto, me tendré que quedar con los dientes largos con nuevas fotos de Aspy Luison sobre la carne de las “churrascadas” que hace de vez en cuando vuelve a Cambre después de sus continuos viajes a uno y otro lado del “charco” y del globo terráqueo. La verdad es que esa carne que enseña en esas fotos tiene muy buena pinta, se te hace la boca solamente de mirar para ella. Por mi parte nada más, solamente espero volver a escribir una nueva entrada lo antes posible. Saludos.

Simón de Eiré