Nuevo Mundo

Voor de Duitse lezers:
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Nos dirigimos a un nuevo mundo: un mundo donde los protagonistas son los antisistema, los disiden- tes, los emprendedores que están llamados a pastorear la sociedad en base a la Voluntad de Dios. Su mandato no viene del mundo, ni de la tierra, ni de las urnas: viene del Cielo, de ese Monte Oreb don- de Yaveh los ha hablado como en su día hizo con Moisés.
Hasta ahora el poder venía de abajo arriba: votantes, junta electoral, partidos, cámaras, sindicatos. En una estructura así son las diferentes mafias las que se reparten el poder y los recursos del estado: el miedo del statu quo es que nuevos e incontrolados poderes menoscaben y aún usurpen los suyos, tra- dicionalmente basados en el amiguismo y la influencia que emanan del corrupto sistema. El statu quo teme por su futuro.
Aún más: que un nuevo poder emergente desaloje a los que se aferran con uñas y dientes al viejo poder decadente...El viejo poder se basa en acuerdos y en pactos: votaciones, elecciones basados en las reglas de la Constitución, que consagra una serie de instituciones vigentes hoy.
Cuando la corrupción y la degeneración del sistema lo hacen inoperante y origen de frustración constante, entonces ha llegado el principio del fin: Movimiento 15-M, Democracia Real Ya, no son sino síntomas de la grave enfermedad que nuestro régimen padece.
No es el paro juvenil. No echéis balones fuera, queridos jerarcas: sois vosotros y vuestra impresenta- ble mafia colocada a lo largo y ancho del territorio para mantener vuestro negocio. Pero ya os váis dando cuenta que éste empobrece al país. ¡Y cómo! Va directamente ya en contra del pueblo, o sea, de las clases más desfavorecidas. No.
Es el paro de los mayores de cuarenta, las prejubilaciones de tantos y tantos buenos trabajadores, el talento ninguneado de tantos y tantos que os podían hacer sombra por vuestra mediocridad. Al final sólo os apoya lo más muerto, perverso y maldito de la sociedad: los partidos, los codiciosos bancos, el senado (¿aún pagáis ese abrevadero? Con razón os estáis impobreciendo...), los corruptos y prepo-tentes como ese chico que regenta una alcaldía en provincias al que un transeúnte le dijo: "los políti- cos ganáis mucho y no hacéis nada por la gente". Y ese chico le respondió: "¡Payaso!". Y sí. En parte tiene razón este chico regidor y por eso deberíamos reaccionar.
Hemos sido unos payasos, unos tontos, por darles un poder que no merecían ni él ni el resto de sus colegas. Lo hemos sido, sí. Pero vamos a dejar de serlo: El próximo día 20, ignorando las urnas, vamos a retomar el poder que inmerecidamente os otorgamos a lo largo de tantas legislaturas.