Los ojos rojos en los gatos es una inflamación que puede deberse a varios factores, incluyendo el exceso de sangre en los párpados (hiperemia) o en los vasos sanguíneos de los ojos (vasculatura ocular). Esto ocurre cuando los vasos sanguíneos oculares se expanden en respuesta a la inflamación extraocular o intraocular (fuera de, y dentro del ojo, respectivamente), o una acumulación pasiva de sangre.
Síntomas y tipos de ojos rojos
Los signos más comunes de los ojos rojos en los gatos es el enrojecimiento y la inflamación que afecta a uno o ambos ojos.
Causas
Hay varios factores que pueden contribuir a los ojos rojos de un gato, como la inflamación de los párpados, la córnea, la esclerótica, la conjuntiva, el cuerpo ciliar y el iris. Otras causas pueden ser:
- Glaucoma
- Enfermedad orbitaria
- Hemorragia en la parte delantera del ojo
- Hemorragia dentro del ojo de los vasos sanguíneos
Diagnóstico
Tu veterinario le hará un examen físico completo a tu gato, incluyendo un perfil químico de sangre, un hemograma (conteo sanguíneo) completo, un análisis de orina y un panel de electrolitos. Tendrás que proporcionar a tu veterinario una historia completa de la salud de tu gato, datos sobre el comienzo de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber precipitado esta condición. Los ojos rojos son, a menudo, un síntoma visible de una enfermedad sistémica subyacente, a veces de carácter grave. Por lo tanto, es esencial un análisis de sangre para descartar o confirmar un trastorno subyacente.
Con el fin de descartar el cáncer y las infecciones como causas de los ojos rojos, serán útiles las radiografías para una inspección visual del pecho y el abdomen. También son útiles para el diagnóstico las imágenes por ultrasonidos del ojo (biomicroscopia utrasónica), que se puede realizar si el ojo es opaco, y la tonometría, que consiste en la medición de la presión dentro de los ojos utilizando un tonómetro.
Si hay secreciones en los ojos parecidas al pus, o una enfermedad en los ojos de larga duración, el veterinario realizará un cultivo bacteriano aerobio y un perfil de sensibilidad.
Otros exámenes que el veterinario puede optar por realizar son:
- la prueba de Schirmer, que se utiliza para verificar la producción normal de lágrimas
- un examen citológico (microscópico) de las células de los párpados, la conjuntiva y la córnea, y una biopsia conjuntival (muestra de tejido) si hay conjuntivitis crónica.
- una reacción en cadena de la polimerasa (PCR), para el diagnóstico de una enfermedad hereditaria o infecciosa,
- una prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFI) de raspados de la córnea o la conjuntiva, para analizar el virus del herpes y las bacterias Chlamydia, ya que ambos pueden afectar indirectamente el ojo.
- una tinción con fluoresceína de la córnea, que utiliza un colorante no invasivo para recubrir el ojo, haciendo las anomalías más visibles bajo la luz. Se utiliza para la detección de material extraño, úlceras, rasguños y otras lesiones en la superficie del ojo del gato.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa subyacente de la enfermedad ocular, pero en general, el tratamiento será de forma ambulatoria, es decir, en casa. En la mayoría de los casos, los gatos tendrán colocado un collar isabelino para prevenir que se autolesione los ojos. Si se han encontrado úlceras corneales profundas o se ha diagnosticado glaucoma, puede ser necesario recurrir a la cirugía para reparar el ojo.
Intenta mantener a tu gato en un entorno limpio y seguro donde no se pueda dañar los ojos. Pero si, aún así, sufre de ojos rojos, deberás programar citas de seguimiento con tu veterinario para evaluar el progreso de tu mascota.