Revista 100% Verde

Olivia , continuando su historia desde el CONFINAMIENTO

Por Nofler @nofler8

Olivia, aprendió la dura lección de la vida, el desapego, la muerte de su madre.


Qué puede enseñarnos la muerte de un padre, cuando estamos dispuestos a  aprender - Los Angeles Times

Volvió a caer en el pozo de la INCERTIDUMBRE, después de pasar EL CONFINAMIENTO y cuando al fin todo parecía hermoso, ya que recordemos,  había vuelto con Juan, su ex pareja , en profundo amor y agradecimiento al cuidado de su madre cuando estuvo sola en el confinamiento.

Su vida se había vuelto hermosa a pesar de la terrible PANDEMIA que azotaba el PLANETA TIERRA. Olivia había resuelto todas las pesadumbres de una vida vacía de amor, vivía con su pareja que tanto amó desde joven y además tenía telebrajo a media jornada, es decir no tenía que desplazarse y pasarse la vida con un mundo laboral con el que no coincidía en muchas cuestiones meramente técnicas, sabiendo que tenía que lidiar con cosas inútiles, ya que era abogada y a veces tenía que defender lo indefendible, millones de razones absurdas en un mundo surrealista lleno de burocracia donde el justo a veces es enjuiciado y el delincuente es premiado y  a eso, le llamaban justicia, a la simple decisión en un momento determinado de alguien que quizá no tuviese todos los datos suficientes del suceso juzgado y no supiese bien el resultado de las acciones de todos los componentes del suceso. En fin, más de lo mismo, como la vida misma, justicia en ocasiones poco justa.

 Al ser abogada tenía que ver demasiadas causas injustas y defenderlas aunque sin ganas, ya que el dinero no lo es todo y perder tus valores supone perder el norte de la armonía y disciplina en tu vida.

No es justo ser justiciero y no ejercer bien tu justicia ya que a veces había que defender lo indefendible solo por dinero, por ser deber o por ser lo correcto ante la mirada crítica de otros.

La vida es como es , no como debería ser, esto lo había aprendido a fuego y aceptar era su pan nuestro de cada día.

Su bendita madre se murió de este tremendo virus, depués de pasar el confinamiento y pasar los peores momentos de la pandemia. Un día , así de repente dejó de respirar, apenas dió tiempo a ingresarla, murió rápido, al menos es el consuelo que le queda a Olivia, su madre, tan luchadora y jovial, había muerto de repente , dejando un gran vacío en su vida. 

Ahora estaba sola, sola en el mundo, bueno con su pareja, con Juan, pero sin el último eslabón de su saga familiar, su querida madre. Eran un pequeña familia y no tenían primos, ni parientes que pusieden compartir los rituales tradicionales de las familias grandes. 

Olivia tenía solo a Juan y  menos mal! no hacía mucho tiempo que la pandemia los hizo encontrarse en el amor de nuevo, ya que el egoísmo de la vida materialista los había separado por falsas creencias entre ambos, pero gracias a la pandemia, se unieron nuevamente.

Ahora, era su mejor tesoro, Juan era la persona que abrazaba a Olivia y la llenaba de ternura y de amor, compartian juntos todas sus experiencias y la pérdida repentina de su madre fue Juan su salvación, apoyarse en su pareja para superar esta gran tristeza que es perder al último miembro de tu clan familiar y más aún a tu madre, que  tanto la amas y tan agradecidos nos sentimos al habernos dado la vida, el amor y el apoyo incondicional para salir adelante en este mundo a veces cruel.

Olivia tenía que volver a hacer terapia en si misma, tuvo que agradecer a la vida por tener a Juan con ella, aceptar la muerte de su madre y dejarla marchar en paz. Deshacerse de los apegos, para ello tuvo que aceptarlo todo como vino, perdonar todo y quedarse en paz. Sin apegos, ni culpas, ni miedo a perder , ni miedo a la muerte. A veces la muerte nos trae esa mirada a la vida. 

Quien soy, que vivo, que temo, que tengo que hacer para vivir feliz sin miedo a perder. 

Una indagación sobre si misma y una cura de humildad, no somos nadie, la vida ES y nosotros somos solo actores en ella, nos creemos importantes y nos creemos dueños de todo, pero en realidad no tenemos nada, venimos desnudos y desnudos nos vamos. La vida es solo un viaje pequeño y la muerte es continuación del viaje.

Aceptar en vez de negar, soltar en vez de amarrar, así todo será liviano y podrás volver a brillar como las estrellas en el firmamento, sin penas, ni tristezas, ni sufrimientos que nos hagan perder la  mirada a la vida desde el amor profundo que somos.


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