Como asidua del salón The Pink Peony, acepté enseguida la invitación a ser embajadora de OPI y a asistir a la sesión beauty para que nos enseñaran cómo se hace una verdadera OPI manicure.
Las manicuras de las bloggers que asistimos se centraron en la colección Holland para esta primavera - verano (foto) y en tres de los pilares de la marca: brillo + duración + color. Durante la manicura, el técnico de la marca nos iba explicando paso a paso el proceso a seguir con las cutículas, el quitaesmalte, el aceite, las limas especiales monouso de sus manicuras, el masaje, trucos para que el esmalte dure más o para que no se rompan las uñas, formas... Una clase práctica muy útil en la que me di cuenta de lo mal que lo solemos hacer cuando nos hacemos las manicuras corriendo antes de salir de casa.
Es una marca muy atractiva, ya no sólo porque muchísimas estrellas de Hollywood son asiduas y fieles a esta marca (Gwineth Paltrow, Charlize Theron, Catherine Z Jones...) sino también por su constante innovación, por su envase patentado, por el drip dry con el que se consigue un secado rápido del esmalte y por sus más de 1.400 colores además de las colecciones puntuales que lanzan al mercado.
¿Lo más divertido? Cada 3 segundos se vende una botellita OPI en el mundo (¡impresionante!) y los nombres de los esmaltes. Lejos queda lo del rojo pasión, rosa chicle o color carne... Sus nombres son atrevidos y divertidos: "I'm not really a waitress", "Mexico strawberry", "Big apple red" ó "Privacy please!". Yo ese día me hice la manicura con un color mint de temporada de la colección Holland que se llama sin más ni menos que "Thanks a Windmillion".
¿La conocíais?
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