Hay ocasiones en las que uno comienza a ver una película sabiendo más o menos de qué va. En el caso de Los últimos días, lo único que había escuchado era que se basaba en una premisa iniciado curiosa: la gente vivía encerrada en casa, sin salir nunca a la calle.
Pero lo hice. Y me gustó.
Como los gustos son muy personales, no voy a decir que sea una película que le guste a mucha gente o a poca, me limitaré a hacer una pequeña exposición de lo que hallaréis en ella su decidís verla, intentando mantener la suficiente intriga.
La película se desarrolla en Barcelona; una Barcelona en la que la gente no sale a la calle jamás y donde el protagonista ( Quim Gutiérrez) tiene un único objetivo en mente: volver a ver a su novia. Sí, su motivación no es que sea muy original, así que la película ya nos informa de algo, y es que lo importante va a ser el trayecto y no el destino.
Le acompañará en su viaje un individuo ( José Coronado) con quien en circunstancias normales no se tomaría ni un café. Juntos tendrán que enfrentarse a la parte más oscura de una sociedad que se ha desmoronado.
Mientras, varias escenas del pasado nos van dando información poco a poco sobre los personajes y los acontecimientos que han llevado a la situación actual.No es una película perfecta, ni mucho menos. Hay algunos momentos que amenazan con romper la suspensión de la incredulidad y sacarnos de la historia, aunque por suerte no son demasiados. Por otro lado, sí que logra que el espectador sienta la angustia y la desolación de los dos personajes principales.
Terminando, pues, os recomiendo esta película a quienes disfrutéis "sufriendo", a los amantes de las historias post-apocalípticas. Eso sí, de aquellas que no se basan en espectaculares efectos especiales.