Revista Cultura y Ocio
(Lecturas en voz alta). Hay que seguir recordando —que es cosa también del corazón— a la gran Oriana Fallaci. Reconozco —que es cosa también de la memoria— que hace mucho tiempo que no pensaba en ella. Ahora vuelvo a hacerlo, merced a este excelente reportaje de Esther Peñas (lleva fecha de julio de 2015, pero mantiene su latido). Y a comprobar con él que su vigor, inteligencia y valentía siguen siendo necesarios y pertinentes. Y, tal vez, más acuciantes que nunca. (Gracias, Alejandro González, por refrescarnos el magín).