
La alternancia capitular le ofrece al lector pequeñas pinceladas de un mosaico en el que confluirán muchos de los personajes de esta novela, en ese fresco de caracteres el autor tampoco se olvida de lo humano, de lo sentimental, y a pesar de la crudeza que se respira en algunos capítulos también hay espacio para la nostalgia, el amor, los sueños por cumplir y la generosidad, algo de lo que parece que estamos huyendo los habitantes del primer mundo en los últimos tiempos. Mikel Landaburu tiene sus motivos personales para haberse enrolado como vigilante en un atunero español. Ginette Ogliori busca algo más que una buena exclusiva y descubrirá hasta dónde llega su conciencia. Enzo Vottari, el delfín mafioso, también anda tras algo más que un buen negocio. Y el pequeño Jeylani no se va a conformar con ser uno de esos niños de la guerra que sólo aprenden a apretar un gatillo.

Oro blanco. Patrick Ericson.Good Books. Madrid 2015. 478 págs. 22 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 4/7/2015)