Si se trataba de que fueran dos los que presentasen la gala ¿por que no estos? Por lo menos tendríamos una alegría visual constante ante tanto aburrimiento…
Quizá de esta noche lo único que queda es precisamente el nombre : Los Oscars. Es triste que a personas que llevamos más de 10 años pasando la noche en vela este dia, entusiasmados con esa alfombra roja tan variopinta (que tiempos!) y esas galas entretenidas ,emotivas y con premios bien merecidos ahora estemos deseando que acabe semejante tortura china, tediosa y sin ningún tipo de magia. A mi es lo que me pasó ayer.
Quedó en evidencia la “brillante” idea de nominar 1o películas que pasaron sin pena ni gloria ya que todo se lo llevó The Hurt Locker ( En Tierra Hostil), una buena película pero que en eso se queda. Ni de cerca ganaría un Oscar a la mejor cinta en otras épocas donde en un mismo año te podías encontrar con las candidaturas de Rain Man, Las Amistades Peligrosas, Atracción Fatal y Arde Mississippi todas a la vez. Ahora hasta hay un pase de palmadita en el hombro para pelis como Distrito 9.
Travolta ha adelgazado y le han pintado el pelo cual muñequito de Playmobil
La gala fue horrible. El dos por uno que se largaron Steve Martin y Alec Baldwin se lo podía haber ahorrado la academia contratando a Hugh Jackman que estuvo espectacular el año pasado, todavía mucho más de lo que ya pensabamos que lo estuvo si lo comparas con este sin sentido. Chistes súper ensayados y sucesión de presentadores sin gracia como Kristen Stewart (¿porque está siempre tan incómoda esta chica?) , el hombre lobo de Crepúsculo o la repelente Miley Cyrus & co a los que los organizadores meten con calzador para ganarle audencia al Nickleodeon o a la Mtv.
La gran Sandy Powell , de lo más interesante en cuanto a vestimenta. Oscar al mejor diseño de vestuario por “La jóven Victoria”. Sandy ha hecho la ropa de pelis como Gangs of New York, El Aviador o Entrevista con el Vampiro entre otras.
Recuerdo la gran noche de Titanic como si fuese ayer, un auténtico fiestón con momentos como el de Jack Nicholson ganando su tercer Oscar dando saltitos en estratégicos como homenaje a su psicótico personaje de Mejor …Imposible o Kim Basinger flipando con su premio y con haber resurgido de las cenizas ( para volver a quemarse otra vez poco después) gracias al peliculón que es L.A Confidential. También recuerdo cuando la Academia corría riesgos , como el inolvidable y criticado Oscar Honorífico a Elia Kazan, uno de los mejores directores de todos los tiempos pero auténtico cabronazo que decidió dar nombres de compañeros cuyo único pecado había sido ser muy de izquierdas, cárgandose sus carreras para así salvar su propio culo. Pero ¿de que se trataba¿ ¿De una alabanza personal o una distinción a un talento fuera de lo común?Unos abucheaban, otros aplaudían… el show estaba asegurado.
¿Dónde está Jack?
En la alfombra recuerdo aquel vestido de terciopelo gordo que llevaba Juliette Binoche cuando recogió su estatuilla por El Paciente Inglés , el empalagoso vestido rosa chicle de la Paltrow con ese pelo que parecia que le acababa de lamer una vaca, el look a lo Morticia de la Jolie cuando aún era cool , misteriosa y le daba besos en la boca a su hermano , el impecable Valentino de Julia Roberts en su gran noche , los años en los que Cate Blanchet hacía flipar a todo el mundo con sus vestidos. Momentos malos, buenos, divertidos, de horrores estéticos, de aspectos tan impertérritos como en las galas del Hollywood clásico, de todo… Ahora no tenemos nada, ni siquiera ha aparecido Tilda Swinton este año. Nada.
Carey Mulligan, ibas de Prada!
La frase ya no es Video Killed the Radio Star sino Stylists Killed the Glamour in Hollywood. Marchesa y Elie Saab, Jennifer Lóperz con un Armani que no le pegaba ni con cola, sobredosis de palabras de honor, adelantos de recentísimas altas costuras y actrices poniendo cara de póker cuando se le preguntaba de quién era el vestido, como Carey Mulligan, que reconocía no tener ni idea, que le preguntasen a su estilista . Penélope despeinada y deslucida, Sigourney Weaver fiel a si misma pero ni frío ni calor y sobredosis de Lolitas adolescentes vestidas con corpiños o drapeados .
¿Nadie se fijó en la mujer de Robert Downey? Fue de las mejor vestidas en mi opinión.
Si entramos en los premios nos econtramos con Mo’Nique, que en vez de ganar un Oscar a la mejor actriz secundaria parece que la habían condenado a la cámara de gas con esa cara afectada durante el discurso y esos movimientos amanerados y parsimoniosos cuando se dirigía al escenario o cuando salía del, como una prolongación de la escena en la que se confiesa a Mariah Carey en la película. Tenemos también la sorpresa de la Bullock que ha vivido el deja vu más grande que se ha visto en Hollywood, con “The Blind Side” como su “Erin Brockovick” particular. Primero se premió a Julia Roberts por llenar las arcas durante tantos años , ahora le tocaba a ella. Yo me alegro porque me cae bien y porque por lo menos su premio dió algo de vidilla a la noche.
Lauren Bacall
Pero lo más surrealista es el desastre que se montaron con los homenajeados del año, Lauren Bacall y Roger Corman, dos pedazo de míticos de la industria a los que se supone que para ahorrar tiempo les hicieron el paripé en una fiesta previa hace ya varios meses y a los que se limitaron a nombrar anoche. El público se ponía en pie y buscaba con giros de cabeza el lugar al que se suponía que tenían que aplaudir ya que no era el escenario pues se decidió que no se merecían ni 2 minutos de gloria porque había que darle rapidez y dinamismo a la agotadora velada. Lauren se levantó de la butaca y saludaba no se sabe a quien, un momento realmente lamentable. Si esa mujer no se merece un reconocimiento como dios manda apaga y vámonos. A esto se reduce Hollywood hoy en día, a lanzarle flashes interminables a los de High School Musical y en llenar de gloria a quienes han hecho una sola película.
Dios, no sigo más que me estoy dando miedo de lo agria que estoy sonando. Creo que para el año ni lo intento.