2666, de Roberto Bolaño. Obra póstuma y acaso inconclusa del escritor chileno. Archimboldi es un enigmático escritor alemán del que poco se sabe. De nuevo apreciamos un Bolaño abordando un tema de un modo peculiar como acercándose poco a poco, conoceremos a Archimboldi sin tener "contacto directo". Parece un sinsentido pero es la gracia del ambicioso proyecto de Bolaño con el que quiso asegurar el futuro de su familia. Fue concebida para ser cinco novelas diferentes aunque al final la familia de Bolaño decidió darle unidad en una sola novela que es bastante probable que no este finalizada. De todos modos si te gusta Bolaño, si disfrutaste con Los detectives salvajes no puedes dejar de leer 2666.
La carretera, de Cormac McCarthy. Primer contacto con el autor y con una obra tan apetecible como peculiar. Padre e hijo intentan sobrevivir en un mundo que ha sufrido una catástrofe y ha acabado con la vidl animal y vegetal del planeta.
El progreso del amor, de Alice Munro. Primera obra que leo de la Premio Nobel. Colección de cuentos sobre eñ amor. sobre las relaciones entre los humanos. Una aproximación a ella a través de lo cotidiano y de personas "normales".
Mamá, de Joyce Carol Oates. El asesinato de una madre y la reacción de su hija menor hace que conozcamos más a Niki y su relación con su difunta madre. Muy recomendable.
No es país para viejos, de Cormac McCarthy. Versionada en cine. Crudo relato de mafias y drogas en la frotera mexicana. Pasajes muy logrados frente a otros demasiado violentos.
Amor en tiempos de cólera, de Gabriel García Márquez.
Gertrud, de Dreyer. El amor lo es todo. Y muchas veces el guiarse por esos instintos nos pueda arruinar la vida. Gertrud es una mujer apaciblemente casada y su situación económica es envidiable. Excelsa obra de Dreyer donde cada secuencia es por sí misma una composición pictórica, donde destaca el trato de la luz y el contraste de blancos y negros.