Otra jugada camaleónica del régimen

Se ha anunciado por los medios oficialistas de los Castro que se abre la posibilidad de que los cubanos, además de tener acceso a Internet, también tengan la posibilidad de abrir su blog, pero sin antes aclarar que solo podrá ser creado desde la “intranet”, es decir, donde se le pueda vigilar con toda la intención de censurarlo y de, en caso de no escuchar “consejos”, clausurarle la bitácora.

A los ojos del mundo, pensarán que es un paso de avance porque quizás no comprendan que la red que el gobierno ofrece es una trampa, y más que una red de conexiones, es de pesca, para sorprender infraganti a aquellos que piensan contrario al sistema y fingen apoyarlo. En realidad, Internet ha sido catastrófica para la dictadura, pero a ellos no les ha quedado más opción que aprovechar lo que los hiere y le sacarán el beneficio posible para alargar su permanencia en el poder.

Regresando al anuncio del gobierno, de que permitirán el acceso a los blogs –algo que mantenían bajo siete candados– siempre y cuando sea bajo su total supervisión, no han tenido ningún recato al usar las palabras directas, lo que me parece cínico, pues los internautas “deben coincidir en intereses y anhelos comunes”, es decir, deben estar en la línea asignada por el Partido Comunista de Cuba o –sin reparo ni demora– les clausurarán el blog. Entonces, a unos días del comienzo de las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, hacen la oferta como un paso de avance cuando en realidad es una vuelta de tuerca al control extremo de la Policía Política.

Pero continúo insistiendo que, ojalá, sea yo el equivocado, y parte de los que acompaño en esta exigencia de libertad, tengan la razón, pues en realidad yo solo soy –o intento ser– un intelectual con criterio político o social, y ellos –a quienes respeto por sus inteligencias, estudios y proyecciones– además de visiones políticas reales, están más cerca de lo que podemos esperar en el devenir más cercano y urgente.

Ángel Santiesteban-Prats

Prisión Unidad de Guardafronteras. La Habana. Enero de 2015.