Por ti junto a los jardines recién florecidos me duelen los perfumes de primavera.
He olvidado tu rostro, no recuerdo tus manos, como besaban tus labios?
Por ti amo las blancas estatuas dormidas en los parques, las blancas estatuas que no tienen voz ni mirada.
He olvidado tu voz, tu voz alegre, he olvidado tus ojos.
Como una flor a su perfume, estoy atado a tu recuerdo impreciso. Estoy cerca del dolor como una herida, si me tocas me dañas irremediablemente.
Tus caricias me envuelven como las enredaderas a los muros sombríos.
He olvidado tu amor y sin embargo te adivino detrás de todas las ventanas.
Por ti me duelen los pesados perfumes del estío: por ti vuelvo a acechar los signos que precipitan los deseos, las estrellas en fuga, los objetos que caen.